En esta película cabe destacar el papel de Robert Redford y Morgan Freeman, dos actores destacados por sus incontables películas.

En cuanto a la trama, hay momentos bastante previsibles y en otros momentos hay grandes reflexiones sobre la crueldad de la vida y la crueldad de perder a un hijo muy joven, pero sin embargo la película demuestra que se puede volver a empezar de cero después de una mala situación.

Recomiendo verla, es entretenida y bastante pasable.