Cuando una película tiene que justificarse, simplemente por existir acaba por defraudar. Nadie pedía que la saga continuara, salvo la carrera de Bruce Willis, y eso provoca una cinta exagerada en todos los sentidos.
-Escenas de acción increíbles.
-Los malos sabotean un país como si de hacer ganchillo se tratara.
-Bruce más chulo que nunca, siempre dando una réplica pretendidamente graciosa.
-Fuegos artificiales que ni en las fallas.
Y es que lo único que la salva del desastre es el carisma del personaje y el buen recuerdo que uno tiene especialmente de la primera parte, porque esta película es una más, del montón, olvidable a los 5 minutos de acabar de verla......
Y es que ya me he olvidado de que iba.