Hay que destacar las pocas propuestas del cine actual que sobresalen en calidad, de lo poco decente del 2014 surge la notable Whiplash. Más allá de la muy impresionante actuación del señor Simmons, lo que perdura en mi memoria muchos días después de haberla visto son los dilemas morales que plantea. ¿Como se forjan los genios?, ¿vale todo para llegar a la excelencia?, está claro que los métodos empleados bordean el bullyng y la narración te mantiene entre la frontera de la admiración y el asco. Todo ello unido a la música de jazz, la realización ágil, hacen que pase todo en un suspiro.