The Vampire Diaries es una serie con pocas pretensiones inicialmente, estilo Buffy Cazavampiros, y eso es bueno porque le quita presión. Además, al poco tiempo de comenzar a verla te das cuenta de lo diferente que es de Crepúsculo. Aunque hay ciertas dosis de ñoñería, no se acercan ni por asomo a la insoportable saga de "Bella".

Tampoco tiene mucho que ver con True Blood, que es quizás un poco mejor en cuanto a calidad... Pero no engancha tanto a todo tipo de espectadores.

Bajo mi punto de vista, esta serie es muy recomendable y entretenida, además la trama va ganando en interés a media que avanza y los personajes rápidamente adquieren su propio trasfondo, permitiendo a los guionístas hacer de las suyas.