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España España · Madrid
Voto de GuilleS:
7
Intriga. Thriller. Terror Una familia danesa visita a una familia holandesa que conocieron en unas vacaciones. Lo que se suponía que iba a ser un fin de semana idílico comienza a desmoronarse lentamente mientras los daneses intentan ser educados ante lo desagradables que empiezan a ser los neerlandeses. (FILMAFFINITY)
22 de septiembre de 2022
97 de 113 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comienzo con una breve introducción de un término psicológico: "la indefensión aprendida o Impotencia aprendida (Learned helplessness en inglés) es un tecnicismo que se refiere a la condición de un ser humano o animal que ha "aprendido" a comportarse pasivamente, con la sensación subjetiva de no tener la capacidad de hacer nada y que no responde a pesar de que existen oportunidades reales de cambiar la situación aversiva, evitando las circunstancias desagradables..." Guardar en la memoria.

Speak no evil es una película de suspense dirigida hábilmente por Christian Tafdrup, danés y dicho sea de paso, un cabronazo retorcido. Y lo digo así, porque es lo que pienso, pese a las repercusiones que pudiese tener( la retirada de este mismo texto). Para la explicación al adjetivo cariñoso tendrá que llegar hasta el final de mi crítica pasando por el spoiler.

La premisa es la de una familia Danesa, de modales cuidados, que es invitada al hogar de una familia holandesa, de modales no tan cuidados, a la que conocieron breve pero alegremente en unas vacaciones en Italia.
Es en este país es donde ocurre una primera escena muy prometedora, con tintes de "terror elevado" de Robert Eggers, en la que la banda sonora, magnética e Inquietante, acompaña a las imágenes en una secuencia desde el interior de un coche, para después abrirse en un plano alto magnífico de la villa en la que se hospedan. La declaración de intenciones es clara. Esto no es un drama familiar, es suspense, no hay engaños, mantenerse alerta.

Aprovecho para destacar un apartado técnico impecable, con una fotografía en tonos fríos y efectos de sonido muy cuidados que potencian la experiencia en determinadas escenas.

Tras una elipsis y una postal recibida en su cómodo y aséptico hogar en Dinamarca, la familia viaja al encuentro en la casa campestre de Holanda, donde jugarán a un juego de poder, aún sin saberlo.

No esperen fuegos artificiales, se cuece a fuego lento. Esto permite desarrollar minuciosamente las situaciones y a los personajes, con un objetivo calculado. Cada diálogo, fragmento de banda sonora, reacción, etc. tiene un propósito, que en muchos casos no se entiende hasta su revisión. Su comedido metraje no da lugar al aburrimiento, anticipando un peligro inminente que parece ser esquivo y nunca acabar de llegar. Cuando esto ocurre, me genera ansiedad e impotencia. Me retuerzo en mi asiento.

La inspiración en Funny Games y el cine de Haneke es evidente. El mencionado ritmo lento y las píldoras de incomodidad in crescendo repartidas a lo largo del metraje, sin hacer explícito el peligro hasta el final, recuerdan también a Perros de paja. En aquella, el tema era el rechazo a lo (el) que viene de fuera y el machismo de las comunidades rurales más retrógradas.

En este caso es una crítica a la educación recibida, el condicionamiento social hacia el respeto de las normas sociales, o en propias palabras del Holandés, y dicho con cierto desprecio, la corrección política. Con este propósito juega con gran acierto con las situaciones típicas de dos familias que buscan conocerse, tantearse y "pasar un buen fin de semana", como un tira y afloja entre lo que es correcto o no, lo que es aceptable o no, lo que somos capaces de decir sinceramente o lo que escondemos ya sea por cobardía, por no herir la susceptibilidad de la persona que tenemos en frente o empatía, por respeto "a sus costumbres" O "no ofender" o simplemente porque nos lo han enseñado así.

Las actuaciones son naturales y creíbles, mención especial a la pareja de Daneses, siendo formidable la representación del hombre aparentemente tranquilo que esconde una agonía existencial debajo de capas de autoengaño y modales.

El peligro que deberán enfrentar los protagonistas será el propio de sociedades muy seguras, cómodas y educadas donde es más viable que se produzca la indefensión ante situaciones de estrés y abuso por haber suprimido la bestia y el potencial para la violencia o para rebelarse cuando el otro cruza una línea roja. Dejando de manifiesto el poder que tiene el mal y aquellos capaces de ejercerlo sobre los incapaces.

En resumen, cada año salen dos o tres películas del género de terror, por el que siento gran predilección, que me reconcilian con el mismo, tras una tonelada de mierda nivel Jurassic Park. Este es uno de esos títulos. Capaz de grabarse en la memoria, de hacer reflexionar y de llevar al espectador en un recorrido por una amplia gama emocional. Aún perdonando giros efectistas propios del género y el tramo final, con el que me explayaré a continuación en el spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
GuilleS
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