Triste y cansina película post-apocalíptica de garrafón, realizada con cuatro duros, sin apenas ingenio ni ideas. Parece una versión de la novela "Mecanoscrito del segundo origen" de Manuel de Pedrolo, que hace unos años ya se adaptó al cine como "Segundo origen". Un mundo sin apenas humanos, donde sobrevive la hija de un científico y recibe la visita-oportuna- de otro superviviente, de camino para tomar la última nave que sale del planeta.

El problema de este tipo de filmes es que nacen cansados, los actores no se implican en ellos ni parecen creer en la película, no hay emoción, la historia está escrita a trazos gordos, es sosa y los personajes son arquetipos mil veces vistos. Otro filme similar es "Bokeh" sobre la última pareja humana sobre la Tierra, en su vida en Islandia. Un aburrimiento previsible y mediocre, como este filme.

Demasiadas líneas le he dedicado para una película que olvidé- en serio- en un día. Ni me acordaba que la hubiese visto.

Como curiosidad decir que la protagonista es la hija de Andie McDowell.