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España España · Rivas-Vaciamadrid
Voto de Quinto Sertorio:
10
Ciencia ficción. Acción. Aventuras. Fantástico Por orden imperial, la familia Atreides debe hacerse cargo de la explotación del desértico planeta Arrakis, también llamado "Dune". Es el único planeta donde se encuentra la especia, una potente droga que es indispensable para los vuelos espaciales. Antes el planeta había sido gobernado por los Harkonen, cuyo despotismo había dejado una huella indeleble en la población. Cuando, con el beneplácito del emperador, los Harkonen atacan el ... [+]
11 de abril de 2016
40 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adoro Dune. Tanto la novela original como el filme. Ambas me resultan fascinantes. La inmortal novel de Frank Herbert supuso un hito en las novelas de ciencia-ficción. Pionera en muchos aspectos, nos relataba una, aparentemente sencilla, historia de enfrentamientos entre familias y venganzas; pero era más, mucho más, la manera de relatarnos esta historia, con tramas dentro de tramas, conspiraciones, traiciones, planes dentro de planes, nobleza, venganza y todo aquello que nos recuerda aquellas conspiraciones palaciegas propias de la historia romana, del Renacimiento italiano y que ha influido en sagas como la de "Canción de hielo y fuego".

Asimismo, Herbert nos sorprendía con un Universo que no se basaba ni en la ciencia de las computadoras ni un mundo mágico, y sin embargo tenía conceptos de ambos extremos; en su genialidad Herbert define un mundo de computadoras humanas con una gran carga mística; de hecho la novela explora los límites de la conciencia humana y lo que es capaz de lograr, empleando entrenamiento y drogas, definiéndonos hermandades como las Bene Gesserit, y drogas como el jugo de safo y sobre todo, el poder de la especia melange, capaz de permitir doblar el espacio y el tiempo y el objeto de deseo de todas las maquinaciones. Estamos en 1965, en los años de la experimentación con drogas, del LSD y del peyote, en los años de la visión remota, de la manipulación mental, del empleo de cerebro humano como explorador y como arma; pero también de la manipulación genética para crear al superhombre de Nietzsche. Pero este ser superior trasciende a ser algo místico, y la novela también discurre por el estudio sobre la fe que mueve a las religiones y la creación de un mito religioso. Y, en menor medida, pero no por ello menos importante, asistimos a la devoción de un hijo por su padre.

La fascinación y la fama de la novela trascendió el género literario y tentó al mundo del cine. Jodorowsky, un cineasta surrealista chileno, una especie de shaman, trató de adaptarla, aunque realmente vampirizó la novela, tomando sus personajes y la situación de partida para escribir una historia que nada tenia que ver con Dune. Posteriormente al film de Lynch se realizó una daptación televisiva, fiel a la novela pero tremendamente fría y sin espiritu.

Pero volvamos al filme de Lynch. En 1983, en la cúspide de su talento y de su fama tanto de crítica como publico, Lynch, con producción de De Laurentiis, se embarca en la adaptación de la obra. Y fue capaz de preparar un guión que recogía toda aquella esencia de la novela. El film de Lynch es una excelente adaptación de la novela.Consigue mostrarnos el fascinante universo creado por Herbert. Aunque peca en alguna de las estupideces de divo que tiene Lynch (como la escena del gato o la escenita de la válvula cardiaca y el efebo), añade algunos aspectos no recogidos en la obra, como las armas sobrenaturales, que suponen un gran acierto y una mejora del texto original.

Todo es magnífico en el filme. La ambientación es propia para cada uno de los mundos, así se utiliza la madera para los Atreides, el metal y el fuego para un mundo industrial de sus enemigos los Harkonnen, el mosaico, el tapial y las baldosas, así como las viviendas trogloditas para el desértico Arrakis.

Una excelente BSO, de rock sinfónico por cortesía de Toto pero con temas new age como los compuestos por Brian Eno, y un excelente reparto. Jurgen Prochnow, el capitán de "Das Boot" nos muestra de manera inmejorable a la nobleza del Conde Leto Atreides, Kyle MacLachlan encarna a la perfección a ese niño-hombre que es Paul Atreides, Patrick Stewart como Gurney Halleck, representa la fidelidad absoluta y lealtad de un soldado a su señor, propio del mundo japonés, Francesca Annis resulta fascinante como Dama Jessica, Dean Stockwell nos muestra un personaje devorado por el remordimiento, Everett Mc Gill, que encarna al jefe fremen Stilgar, un ser rudo y noble, nos recuerda a su personaje de "En busca del fuego"; en conjunto, todos los actores, principales y secundarios, nos regalan unas magníficas interpretaciones, imbuidos por un magnífico guión que conserva los grandes diálogos de la novela.

Las escenas de batallas no son el fuerte de Lynch. La escena de la toma de Arrakeen, la capital de Arrakis deja mucho que desear. Y otro punto flaco es el diseño de las temibles tropas Sardaurkar, una mezcla del Aviador Dro y de bombero, con unos faldones plásticos hasta los pies que resultan ciertamente poco intimidatorios y grotescos. Pero sus efectos especiables, aunque mejorables, tampoco están tan mal. Y los gusanos son ciertamente espectaculares.

Filme y novela se funden de manera mágica, resultando una experiencia avasalladora y épica, alejada de los cánones de la ciencia-ficción habitual, para sumergirnos en un universo diferente en todos los aspectos, enigmático y fascinante, del que necesitamos conocer más y de un planeta como Dune, creado para probar a los fieles. Conocedlo. Sed creyentes. Despertad.
Quinto Sertorio
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