Actor. Persona. Padre. Este documental, dirigido por el hijo del protagonista, explora y homenajea la vida de Leonard Nimoy y como su interpretación de Spock en la serie televisiva y franquicia de cine "Star Trek", influyó en sus vidas y en la cultura pop. Y como homenaje es un film enorme y emotivo. Recorre, muy por encima su trayectoria laboral- hay filmes que no se mencionan- para centrarse en el personaje de Roddenberry. Y siempre desde el punto de vista del hijo-director, de cómo vivió todo aquello y la relación que tuvo con su padre. El documental, diríase, está rodado en primera persona, la de Adam Nimoy.

Originalmente, este documental estaba planteado como un estudio de la influencia del vulcaniano en la cultura y buena parte del mismo orbita en este aspecto. Hay entrevistas a los supervivientes del elenco original, que hablan de sus vivencias con Nimoy, así como sus sustitutos en la revisión de JJ. Abrams, algo que, quizás, es innecesario. De hecho, juegan con la dualidad de actores para el mismo personaje, Nimoy como el original y Zachary Quinto como su heredero. Poco le duró la corona, apenas tres filmes y ya tenemos otro Spock para las series televisivas que actualmente produce Paramount.

Aunque se aborda en mundo fan, no se adentra en lo que ha supuesto. El fandom de Star Trek es demoledor, con decenas de series y filmes rodados por actores aficionados y que pueden localizarse en youtube. Ellos sí son los herederos de Spock y todo lo que significaba su personaje. Ellos sí son los hijos de Roddenberry. No hicieron casting alguno, no iban por otro papel para su curriculum. Lo ruedan por amor a Star Trek.

Así, el documental en un recorrido por la vida -sin tapujos- de Nimoy y su familia, desde los recuerdos de su hijo, entrelazándose las vidas del padre, del hijo y del personaje en una sola vivencia.