Fascinante película de Richard Lester, muy sobrio y comedido para alguien que rodó las películas de los Beatles, los Tres mosqueteros y Superman II y III. Parecía el alumno aventajado de Hitchcock.

La película te mantiene en vilo en dos situaciones muy distintas: la investigación policial que busca al terrorista que ha puesto varios bidones-bomba-trampa, para saber como desactivarlos, y la propia labor del artificiero, en este caso el equipo de Richard harris, que se lanzan desde helicóptero en un mar embravecido para poder salvar a los cientos de pasajeros en riesgo cierto de sus vidas.

La ví dos veces en cine, y en ambas me acurrucaba en el butacón cuando Richard Harris empezaba a desactivar las bombas con su subordinado en otro extremo del barco y con otra bomba. ¡Que mal rato pasaba! ¡que emocionante era la película! Las mismas gotas de sudor de los protagonistas me bajaban a mí por la cara. Y esa jerga: Que si el "relé", que si la tarjetita, que si la bomba-señuelo, que si el barco se mueve y provoca la muerte de uno de los artificieros, etc, etc

Y el final es un canto al suspense, ya que todo se reduce a ¿que cable corto? ¿el rojo o el azul?(creo que eran esos sus colores) esta escena ha sido repetida en muchas películas y pienso que esta película fue el origen.

Genial película.