Irregular fin de la trilogía spidermaniana de Sam Raimi. La película está descompensada entre excelentes escenas de acción, magníficamente planificadas y coreografiadas, momentos de crisis de la relación sentimental de los personajes principales y quizá, lo más ridículo, la fase de "chico malo" que pasa Peter Parker, que nos retrotrae a la ridícula "Superman 3" y su transtorno gamberro de personalidad.

Las peleas son fenomenales, apoyadas en unos convincentes efectos especiales. La definición de los villanos es cuanto menos, ambigua, como en el comic; El hombre de Arena no es un patán descerebrado sino un ser sensible y torturado, como en los comics, donde pasó de ser un gañán a ser un miembro rehabilitado de "Los vengadores" . Excelente Haden Church. Venom y la transformación de Eddie Brock la han copiado directamente de la serie animada de los 90, es curioso que al final, en el comic, hasta se hacen amigos; y el Duende verde Jr es una creación para la película y par mí todo un acierto, tanto en la estética como en la interpretación de James Franco.

El punto mas flojo y ya comentado, es la ridícula fase de chico malo de Spider-man. Pero es que Tobey Maguire no funciona en toda la película; cuando está normal parece tonto y alelado y cuando es un maloso, con el pelo chupado, parece más un baboso enfermo que todas las chicas se alejan de él, que alguien realmente atractivo. Va de música disco de los 70 y es patético. No se que pretendía Sam Raimi.

La película, no obstante, es un digno cierre de la trilogía, con una elegante escena final, que repara, en parte, el desaguisado de Peter Parker maloso.