Estamos ante una obra injustamente minusvalorada sobre la guerra del Vietnam y su valoración entre los soldados que alli, no olvidemos, obligados, combatían.

John Irvin, un competente profesional, sobresale en esta película, apoyado en un guión de Jim Carabatsos (que ya escribió el Sargento de Hierro), con magnificas escenas de acción, sucias y terribles. Sin embargo, donde sobresale el guión es en las reflexiones de los soldados entre ataque y ataque, mostrando la desconexión y desprecio de parte de la sociedad americana (los universitarios que pedían prórroga y se escaqueaban) , con respecto a los pobres que pringaban en la guerra y volvían en una bolsa o despreciados por los intelectuales que se quedaban en casa: gente sin estudios, campesinos, minorías desfavorecidas, militares de profesión.

En los años de la película se hizo una gran manifestación de los veteranos del Vietnam pidiendo un reconocimiento y respeto que les negaron cuando más lo necesitaban, y este ambiente de abandono social es el que muestra la película.

Excelente película, ojalá Kubrick la hubiese visto para no rodar su hinchada Chaqueta Metálica.