Película pretenciosa, de elevadas ínfulas sociales y que queda en un ejercicio bizarro de dudoso gusto respecto a los colectivos a los que pretende apoyar, más próximo a "Forrest Gump" o "Rain Man" que a "La fuerza de un ser menor".

La película, que tiene un arranque nada creíble, va derivando en una historia judicial salpicada de situaciones absurdas e innecesarias; así tenemos un discapacitado mental (Sam) , encarnado por un exagerado y en ocasiones bufo a su pesar Sean Penn, que vive solo, trabaja en un Starbucks y tiene una pandilla de amigos con diferentes discapacidades y que pasa a ser padre al abandonarle con su recién nacida una mendiga que tenía en su casa y que se beneficiaba. A partir de esta situación, que dudo que a los servicios sociales estadounidenses les pasase desapercibida, Sean Penn cría solo durante ¡siete años! a la niña, asisitiendo a las reuniones de padres, etc, hasta que los servicios sociales lo descubren y deciden quitarle la niña.
Ahí entra la parte judicial, con una abogada, encarnada por la Pfeiffer, que es un cúmulo de tópicos y se transforma en un personaje insufrible: hablando y gritando por el móvil, preocupada por su figura, con un matrimonio en crisis, pesetera y manipuladora, que conforme trata con Sam, oh, sorpresa, cambia sus valores éticos y se hace mejor persona. Si tomamos como referente a "Kramer conta Kramer" como ejemplo de película sobre juícios de custodias, "Yo soy Sam" sería el "Sharknado"de este tipo de filmes: algo ridículo, torpemente desarrollado y lamentablemente dirigido; un espanto de guión.

La película es demasiado larga, con intercalaciones gratuitas de cuñas musicales de Beatles, con escenas frikis de los amigos discapacitados de Sam, a los que ridiculizan y me parecen ofensivas hacia su colectivo, con una Dakota Fanning (la hija) que es lo mejor de la función, con sentimentalismo de garrafón barato y cutre, con una relación Penn-Pfeiffer más parecida a los Hermanos Marx que a algo serio, y que tras casi tres horas de tortura, no saben resolver el filme, con un final incomprensible y confuso, rayando en lo absurdo.

¿Merece tan buena nota el filme? Pensando en la mencionada "Kramer conta Kramer" se advierte el abismo entre ambos guiones; respecto al trato de los colectivos de discapacitados, me parece que bordean la línea de la ridiculización más que el respeto que merecen. Y fílmicamente sus valores son mediocres,con un guión torpe y mal desarrollado. La película, a mi entender, es un producto zafio y vulgar, más próximo a un telefilm de sobremesa que a un buen filme.