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Argentina Argentina · Rosario, Santa fé
Voto de DaniLoud:
7
Comedia Jon Martello (Joseph Gordon-Levitt), un joven adicto al sexo en general y al porno en particular, intenta ejercer algún tipo de control sobre sí mismo. Jon tiende a deshumanizarlo todo: su apartamento, su coche, su familia, su iglesia y las mujeres. Sin embargo, hasta los ligues más sofisticados no pueden compararse con el placer que obtiene viendo pornografía en su ordenador. Insatisfecho con su vida, decide cambiar. Gracias a la ... [+]
17 de febrero de 2023
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Existen muchas razones por las cuales un actor podría inclinarse por dirigir su propia película. En el caso de que descartemos las miras del dinero o el prestigio, suponiendo que el actor ya es famoso y acomodado, el propósito del actor podría ser cambiar de lugar en el set, ganar notoriedad, contar una historia que lo ha inspirado, trabajar con sus colegas o simplemente mostrar su visión o lado de la historia sobre un tema.

Con los años esta tendencia ha alcanzado a actores cuyas películas fueron muy buenas. Clint Eastwood, Woody Allen, Ben Affleck, Tim Robbins, Robert Redford, Olivia Wilde, Maggie Gyllenhaal, Ben Stiller, Danny DeVito, Mel Gibson, Kenneth Branagh, Greta Gerwig, Robin Wright, Angelina Jolie, Billy Bob Thornton, Bill Paxton, Drew Barrymore, Diane Keaton, Lorene Scafaria o Denzel Washington son solo algunos ejemplos.

Está claro que la lista podría seguir y seguir, pero el motivo por el que introducimos la reseña con esa enumeración es porque Joseph Gordon-Levitt se une a esta lista. Por lo que parece, tenía motivaciones suficientes para dirigir y escribir su primer filme.

La historia sigue a un donjuán italoestadounidense muy disciplinado, tradicionalista y ofuscado por la abstinencia a la pornografía nociva. Dicha abstinencia le impide mantener relaciones sexuales que pueda disfrutar y su vacío insaciable de líbido es llenado por vídeos distorsionados pero con un alto nivel de voltaje. Sus intereses son su casa, su auto, su cuerpo, su familia, sus amigos y... su pornografía. A través de estos elementos, Gordon-Levitt pone a fluir a un protagonista presumido, egoísta y muy desesperado por mantener su masculinidad intacta, masculinidad según estándares actuales.

Asistimos a un show que nos demuestra la visión tergiversada de un joven hedonista, atrevido y esteticista. Podríamos decir que este es un retrato del estado estético kierkergaardiano junto con un comentario sobre la cultura contraria a la pornográfica, la de las películas románticas, en un base puesta sobre el personaje de Scarlett Johansson. El director ya tuvo el exclusivo lujo de tratar de cerca cómo el cine nos pueda dar una versión idealizada del amor en la cinta "500 days of Summer". Sin embargo, lo que nos ofrece aquí es un foco puesto en los vicios y la venta de indulgencias; cómo lo estético, bello, placentero puede ser deseable a simple vista, pero adictivo y pernicioso con el tiempo, cómo la inyección abrupta de dopamina dolerá el doble cuando acabe y exprimirá tiempo de calidad mientras se extienda.

El tono y las actuaciones también son importantes para que este relato licencioso funcione. Lo bueno es que Gordon-Levitt entiende que la película debe ser subida de tono, paródica y cínica con tal de llegar a criticar lo que expone, la puesta en escena huye de lo convencional y logra ser ilustrativa. Las narraciones y reflexiones de Jon Martello no siempre son acertadas, pero eso precisamente consigue el tono paródico y que se muestren con risible pantomima las expectativas de un seductor que necesita cambiar. En este sentido, esto nos puede recordar a "Alfie" en su remake del 2004, película que incluso conseguía ir más allá con la historia de un seductor que descubre que su vida es miserable.

Por otro lado, las actuaciones son sencillamente espectaculares. Las imágenes de los créditos iniciales no fueron casualidad, ni mucho menos los ademanes coquetos y lascivos de Johansson o los comentarios incisivos e intromisiones de Moore. Cada papel está pensado con éxito para que sea interpretado por estas dos grandes actrices, mientras que el propio Gordon-Levitt logra ser un completo idiota y cortoplacista con éxito.

El problema que arrastra "Don Jon" es que su estudio de personajes es realizado sobre una trama poco interesante, reiterativa y que termina por volverse obvia. Hay ciertos cambios y jugadas que son colocados con inventiva, pero otros, por el contrario, resbalan (zona spoiler *1). La familia o los amigos son personajes que entran y salen de la rutina, pero que no impacten consecuentemente en el empedernido protagonista, ni siquiera la propia Brie Larson como hermana silenciosa.

En fin, "Don Jon" termina por hacer comentarios brillantes sobre los valores masculinos, la indulgencia automática y las culturas infecciosas del porno, por un lado, y del el amor ultra-romántico, por el otro. Las actuaciones van bien con los personajes, la edición y música son dinámicas, la historia es la única rezagada, su tratamiento es lampiño, poco maduro, no logra ahondar más profundo en las conciencias y realidades de estos intérpretes.


7,2/10
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
DaniLoud
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