El mayor problema de esta película no reside en la dirección de Dennis Dugan, la presencia futil de Adam Sandler como un sex symbol bombero soltero sin compromiso, ni en Kevin James haciendo su primer protagónico con su par, sino más bien en el guión escrito, (en parte), por dos guionistas brillantes y que habían sido ganadores del Óscar recientemente: Alexander Payne y Jim Taylor. Podemos pensar que es evidente que la intervención de los productores pudo tener que ver con este aspecto, sin embargo, convengamos que el filme era una esperable falla.

Dos bomberos de Brooklyn con experiencia y varias historias que contar, (obviamente manchados por la comedia sosa e insoportable), se ven obligados a casarse en pos de obtener un beneficio público que sólo es posible al contraer matrimonio; el único obstáculo es que están cometiendo farsa y si los atrapan, adiós. Sin embargo, ni los protagonistas quieren que se siente real, ni el resto del círculo social se da cuenta de ese primer punto, nadie en el público podría creer por un segundo que Chuck y Larry son pareja y, lo peor, es que, al mismo tiempo, todo el reparto restante se porfía con la idea de que son pareja y que son gay, ese lazo de acontecimientos facilita la tarea de los guionistas; tenemos desde una abogada sexy, un equipo de bomberos mastodontes, hasta un estereotípico dueño de bodas, (con un claro chiste racial), creyendo en los colegas.

¿Este filme apoyo el matrimonio igualitario? Sí ¿Eso la hace buena? Para nada, esto no es un insulto hacia los homosexuales, es un insulto a la comedia. Y es que los gags de la cinta son no sólo reciclados sino también básicos, cualquiera los podría haber pensado; imaginemos la reunión en la sala de guionistas: "una madre, que es rescatada de un incendio, suplica por la vida de su hijo atrapado en el edificio en llamas, entonces los dos tipos suben y el chiste es que... es gordo, gigantesco, tan pesado que no pueden sacarlo!", (dice uno), "sí, y que haya chistes de sexo con niños: que Larry tenga que guardar la muñeca inflable y las revistas de Chuck, pero que los niños encuentren esos objetos, ¡ son niños viendo cosas indebidas!" (contesta el otro). Podríamos hacer un escrutinio completo y detallado de todos las escenas que salen de esa sala por horas, sería más divertido que ver la película.

No sé si hace falta aclararlo pero los personajes son estereotipos maleables en un 100% y, bueno, no hay sorpresas en el cast: Adam Sandler hace del Adam Sandler de siempre, Kevin James como el comic reef un poco más sensible y temeroso de siempre, Steve Buscemi como el secundario que siempre tiene algo infortunado que decir en un momento de la película, Dan Aykroyd como el jefe duro, Ving Rhames como el gigante sensible y Jessica Biel como el amor no correspondido... ah y casi me olvido, Nick Swardson como el freak que actúa y dice cosas patéticas.
Y tampoco creo que haga falta clarificar que como es comedia y es de Adam Sandler, hay bromas sexuales depravadas y abundantes, chistes de pedos y slapstick aleatorio; me remito a lo dicho por Jorge de Te Lo Resumo: 'es un humor cómodo'; claramente a Sandler le gusta este humor menos pensado, más fácil de escribir y poner, sin que ni siquiera tenga coherencia con la historia o un remate especial en la escena, es sólo un copiar y pegar de ideas nimias, algo más típico del sketch televisivo. (Es por eso que funcionan mejor en una película desesperadamente más aleatorio y azarosa como 'No te metas con Zohan', ahí puedo aprobar los inexplicables acontecimientos por dos razones: una, por John Turturro, y dos, por el sentido hiperbólico de la película establecido en los primeros compases).


En definitiva: Penosamente planteada, nulamente jocosa, predeciblemente complaciente y radicalmente estereotipada. Ocho nominaciones al Razzie fueron más un regalo.

Calificación: 3.3/10