"Fried Barry" es de esas películas tan peculiares, tan concienzudamente raras que por fuerza caen simpáticas en estos tiempos de remakes insulsos y estandarización general. Es original, es atrevida, es fresca...y pocas más virtudes se le pueden encontrar.

El planteamiento está muy bien: un yonki de bastante mala entraña es abducido por los extraterrestres y devuelto a la tierra tras ser sometido a experimentos varios. De su personalidad humana ya no queda nada, lo que hace que sus defectos hayan desaparecido también, y que ahora que ya no es humano resulte un ser humano bastante más decente que antes. Lo malo es que a partir de ahí no hay una trama como tal: el nuevo Barry va de un sitio a otro teniendo encuentros estrafalarios con diversos personajes y...ya está. Algunos momentos son brillantes, pero otros muchos son anodinos y la ausencia de un hilo conductor consistente para sus diversas peripecias hace que la película se vuelva tremendamente irregular, que tenga muy serios problemas de ritmo, que se fuerce en exceso el guión para poder ir dando paso a nuevos encuentros y que al final el filme se haga largo y a ratos un poco aburrido.

El aspecto técnico está bastante bien para el presupuesto evidentemente reducido de que se disponía, y no se le puede quitar el mérito de la originalidad. Pero la precariedad del guión y la falta de una historia más elaborada que la vertebre hacen de "Fried Barry" un experimento curioso pero en última instancia fallido.