...y es ser pariente suyo. A su hija ya la habían violado en la primera película, pues ahora la vuelven a violar y se suicida. Lógicamente el amigo Paul no tiene más remedio que arremangarse y ocuparse del asunto en persona porque las autoridades pasan de todo. Ya le había ocurrido lo mismo en la primera entrega, pero por suerte aquí se pone manos a la obra más rápido y sin historias. Total, en esta ocasión tampoco hay un referente literario que usar de coartada (la primera parte se basaba muy de aquella manera en una novela cuyo autor se cabreó bastante con la adaptación al cine) así que al grano. Y se agradece. El ritmo es más ágil que en la primera, las escenas de violencia son más explícitas, todo es más directo, tal vez más exagerado, pero también más divertido. El mensaje de la saga es más simple que el mecanismo de un chupete, y a mi parecer le va mejor este tono de serie B más descarado y menos trascendente. Y sí, disfruta uno viendo como el bueno de Charles, digo de Paul, le da su merecido a los facinerosos. Y a ratos piensa uno aquello de "esto tenía que hacerle yo a este o a aquel...".

Clásico en su subgénero.