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Chile Chile · Concepción
Voto de Juan Antonio:
9
Comedia. Drama La película consta de seis episodios que alternan la intriga, la comedia y la violencia. Sus personajes se verán empujados hacia el abismo y hacia el innegable placer de perder el control, cruzando la delgada línea que separa la civilización de la barbarie. (FILMAFFINITY)
21 de febrero de 2015
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre he criticado la mediocridad del cine chileno. Y no sustento mi opinión en un simple y básico análisis antipatriota. Nunca he sido de la idea que el producto nacional hay que apoyarlo, solamente por el hecho de ser nuestro. Algún defensor de la cinematografía criolla podría argumentar que faltan recursos y apoyo para realizar buenas propuestas. Quizás tenga razón en eso de la falta de recursos, pero a mi modo de ver, la mediocridad de las películas chilenas no tienen que ver con esa carencia, sino con la falta de ideas. Y eso es aún más frustrante que no tener los suficientes recursos, porque a modo de ejemplo y sin ir más lejos, solamente cruzando la cordillera, existe una realidad totalmente distinta. Es cierto que en el país trasandino hay más recursos, pero también es verdad, que el talento y las buenas ideas sobran.

El cine argentino históricamente ha sido notable. Lo hitos cinematográficos han sido muchos. En los años ochenta con “Últimos días de la victima” (1982), “Darse cuenta” (1984) y especialmente “Hombre mirando al sudeste” (1986), ya sacaban enormes ventajas en el circuito sudamericano, en cuanto a calidad. En los noventa, la fábrica de sueños argentina siguió mejorando y aparecieron tremendas películas, a estas alturas ya convertidas en absolutos clásicos latinoamericanos como por ejemplo “Un lugar en el mundo” (1992) y “Sol de otoño” (1996). Una vez superado el año 2000, el cine argentino alcanza cuotas de calidad ya insuperables para nuestro país en el corto plazo. Es así, como nacen gigantescas obras de arte como “Nueve reinas” (2000), “El hijo de la novia” (2001) y “El secreto de sus ojos” (2009), ésta última ganadora del premio Oscar a la mejor película extranjera. Todas estas producciones comparten algo en lo que el cine chileno aún está en pañales, me refiero a la elaboración de buenos guiones a partir de brillantes y simples ideas.

“Relatos salvajes” (2014) es la última gran obra maestra del cine argentino. Dividida en seis historias, cada una con temas distintos, pero unidas por el concepto de la irracionalidad y bestialidad del ser humano. Cada episodio posee fuertes críticas, sobre todo al sistema político y social argentino, incluyendo la burocracia, la corrupción, extorsión y la injusticia. En otras palabras, se critica y se expone todo aquello que indigna y ahoga al ciudadano promedio y que no tiene las influencias económicas y políticas para subsistir. La ley del más fuerte en la sociedad moderna es el sustento de esta obra que mantiene un ritmo impecable, vertiginoso y sin pausas, que aprovecha de sobremanera sus inteligentes diálogos, humor negro y aguda sátira para dar vida a unas historias que son increíbles en su desarrollo, pero absolutamente reales desde su contenido básico y primordial. La música y la fotografía, acompañamientos ideales y afines a actores que en su gran mayoría se lucen. Destacar a Ricardo Darín, que es el gancho internacional para promocionar una película que posiblemente sin su presencia tendría menos cobertura. Ahora bien, la historia en que participa este excelente actor es quizás, la mejor de las seis.

Un acierto más del cine argentino, que como dije antes, sin exorbitantes sumas de dinero ni espectaculares efectos especiales logra un resultado más que notable. Ello nos demuestra que con buenísimas ideas y guiones bien escritos se pueden realizar maravillas. ¿Oscar a mejor película extranjera?, Ojalá. Y sino gana, como dirían en el fútbol, pega en el palo. EXTRAORDINARIA. Nota: 9/10.
Juan Antonio
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