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Voto de Caligari sin gabinete:
8
Drama. Terror En una isla viven los Borg: Johan, que es pintor, y su mujer Alma. Sus vecinos, los siniestros Von Merken, poseen un círculo de amistades tan escalofriante que Johan comienza a obsesionarse con la idea de que los demonios lo acechan... (FILMAFFINITY)
24 de abril de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando era pequeño leí un cuento acerca de un niño que no podía dormir, porque se le aparecían los 'miedos' por la noche. En el cuento, lleno de ilustraciones para niños, los 'miedos' eran pequeños duendecillos que salían de los rincones oscuros, y al final el niño conseguía ahuyentarlos, con la luz del día. En 'Vargtimmen' estos terrores cobran aspecto humano a nuestros ojos, aunque nunca vemos esos dibujos que el pintor enseña a su esposa, mientras se los presenta uno a uno. En realidad, no vemos ninguna de las obras del pintor, lo cual creo yo que es muy acertado, pues para eso tenemos la película. Película, por cierto, con una enigmática declaración inicial que muestra que lo que vamos a ver es de hecho una película. ¿Por qué? En mi opinión, Bergman inserta esa introducción en consonancia con el tema (o uno de los temas) de 'Vargtimmen', que es la producción de obras artísticas.

El pintor y su mujer se retiran a una isla perdida, donde el primero se perderá en una peligrosa introspección personal, mientras que ella buscará una cada vez más difícil unión vital con su marido. La isla es un 'no-lugar', y los fantasmas de Max von Sydow son claramente fantasmas interiores, sin ambigüedades de por medio. Ahora bien... ¿qué representa cada fantasma? Algunos aluden seguramente al mundo del arte, donde está metido el pintor, mientras que otros vienen de sus terrores más personales y de su pasado (¿homosexualidad?). Por desgracia, Bergman no lo deja claro. Es una película sugestiva, pero demasiado abstracta y críptica como para comunicar el terror universal que podría haber comunicado.

Lo mejor: Me encanta el cine de terror, así como el expresionismo, así que se entenderá que me fascine la estética de esta película, la fotografía, los rostros, el uso de la iconografía del cine de terror de toda la vida (el cuervo, Drácula, la sangre...), el uso del silencio y de la música. Pero esta peli es una joyita única.

Lo peor: Demasiado complicada. La película alude a un pasado del protagonista que no conocemos, y Bergman no nos regala nada. Falta una adecuada presentación de los personajes, para que todo cuadre, pero creo que este es un ''defecto'' típico de Bergman; defecto que entiendo que muchos consideren una virtud.

Mi escena favorita: El niño está detrás de Max von Sydow, mientras éste pesca. Ambos sin camiseta y mirando en la misma dirección, para crear sensación de identidad. El mar oscuro de fondo, aterrador, y la música... A continuación...
Caligari sin gabinete
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