No soy un fanático de Star Trek, solo he visto más o menos la mitad de las películas, pero esta primera entrega se desmarca de las demás para mi sorpresa.

Y es que no me esperaba ver una película de ciencia-ficción tan madura, sin acción (creo que sólo se dispara una vez y desde la Enterprise), sin que tan solo aparezcan armas en pantalla. Dicho así puede parecer un rollo, pero nada más lejos, se nos presenta una película con unos efectos especiales sobresalientes (incluso superiores a las entregas posteriores de la saga), una película inteligente, con los valores y la reflexión por encima de todo, además de un argumento realmente apasionante a la vez que intrigante que hizo que ni me diera cuenta de que la película es un pelín larga, atrapa y fascina de principio a fin. (Le perdono sus similitudes con "2001").

No me esperaba en absoluto ésto, después de haber visto 5 ó 6 películas de Star Trek, aunque siempre mantienen la esencia de su filosofía y sus valores primordiales, haciéndola mucho más profunda por ejemplo que Star Wars (que están todo el rato: pionnnn pionnnn ratatatata chiwwwinnnn winnnnn winnnnnn chiwwwwww yo soy tu padre winnnnnn winnnnnnn ¡noooooo!). He aprendido dos cosas, la primera es el por qué del éxito del fenómeno "triki", la segunda es por qué una saga espacial "aplasta popularmente" a la otra. Es la eterna lucha entre la profundidad, el planteamiento inteligente, la invitación a la reflexión y la falta de presupuesto, contra el desparrame de efectos especiales y de dinero, el entretenimiento puro, la acción por la acción, el merchandising torrencial y la explicaciones pseudo-religiosas.

Desde ahora, cuando me pregunten si prefiero Star Wars o Star Trek lo tendré claro. No tiene nada que ver con mi afán de ponerme contra la mayoría... o sí...

"Larga y próspera vida".