Dentro de esta interesante, aunque no siempre acertada serie, se encuentra esta historia sobre muerte y resurrección, con eróticos resultados. O no tanto.

Miedo, lo que se dice miedo, no da, pero la mayoría de las películas de la serie tampoco, más bien pueden destacar por el suspense, por la originalidad o por algún detalle digno de mención. En este caso, ni miedo ni suspense y yo diría que tampoco originalidad. Explota el recurrente tema zombi con toques necrofílicos, pero se queda en la parodia. Por ejemplo, en “Nekromantik”, una de las películas más aborrecibles que he visto, abordan el tema con algo más de realismo, lo que le hace ser extremadamente desagradable. En “El cuento de Haeckel” es todo tan absurdo que es extremadamente risible. No sé si el corazón de los zombis bombea sangre o no, pero la suficiente para “levantar” el ánimo no lo acabo de ver, y no me meto en el voyeurismo del que hacen gala, porque ya me parece bastante.

Mal ejemplo de esta serie. Mejor ir a por “Cigarette burns” o “El gato negro”, por ejemplo.