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Madagascar Madagascar · París, Texas
Voto de Hanshiro Tsugumo:
2
Serie de TV. Animación. Ciencia ficción. Fantástico. Infantil. Comedia Serie de TV (1979-2005). 1787 episodios. Doraemon, un gato azul sin orejas, viene desde el siglo XXII, y en realidad es un gato-robot. Tiene un bolsillo mágico del que puede sacar los más sorprendentes artilugios. Aunque a veces sale mal parado por las travesuras de Nobita, su magia no tiene igual. Pero no está sólo, ya que le acompañan sus amigos. Juntos forman una divertida pandilla. (FILMAFFINITY)
3 de diciembre de 2012
5 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ahora con la cantidad de canales, rayando lo excesivo (o lo obsesivo), que ofrece nuestra queridísima e indispensable caja tonta muchos hemos podido recordar nuestra infancia viendo las series que nos la marcaron. He aprendido dos cosas con esta experiencia: una es que "Dragon Ball Z", que me encantaba en su día, he descubierto ya en la madurez que es mejor aún de lo que creía. La otra es que, por desgracia, con "Doraemon" ha pasado lo contrario.

Poco recuerdo de aquella lejana época, pero sí que estoy seguro de que mi personaje favorito de la serie era Doraemon, los demás no me importaban ni simpatizaba con ellos. Viéndola de nuevo en la actualidad me dan ganas de vomitar. La estructura siempre es la misma: el imbécil de Nobita (ahora lo sajo bien) suplica ayuda a Doraemon para que le solucione la vida o sus chorradas de problemas con algún aparatejo del futuro; total que se lo da, Nobita empieza a fliparse y abusa del aparato a más no poder, se va a fardar con los "amigos" que no son tal del invento, el Gigante ese estira la pezuña y ¡ZASCA! se lo quita de las manos sin más; dándole "pal pelo" al pobre y merecido imbécil. Así todos los putos capítulos. A todo esto, a la niña se le ven las bragas en todos los fotogramas, porque lleva una minifalda sin falda y encima toda vuelta para arriba. Aparte de que la chiquilla siempre se está duchando, pero bueno.

Vamos con lo serio. Nobita. (Suspiro). Nobita, Nobita, Nobita. Qué gilipollas eres Nobita. Te mereces hasta la última hostia que te dan Nobita (y te zurra todo quisqui). Ojalá fueras real, Nobita, porque iba a tu casa y te daba dos hostias como Hiroshima y Nagashaki. Es el personaje más patético de la historia: no tiene más que enemigos que se aprovechan de él y que le zurran bien agusto, la pava no le hace ni puto caso (normal, qué esperabas), la madre lo tiene castigado continuamente y haciendo todas las labores del hogar (no sé qué coño hace la madre, porque no la he visto hacer un recado en la puta vida, siempre va el lerdo de su hijo, ¡a cagarla! por supuesto, y sigue mandándolo sabiendo que la va a cagar y lo va a castigar, eso es masoquismo), catea todos los exámenes (catear es decir poco, ¡CEROS! siempre ¡CEROS! y eso que tiene pinta de empollón, pero más burro es im-po-si-ble). Y lo peor de todo, aunque parezca ya insuperable, es que es un llorica profesional, ahí ya me dan ganas de cargármelo, encima que tiene siempre un ventajón con los aparatitos, siempre lo hace todo mal, ¡si es que no se puede ser más GILIPOLLAS! por eso dejé de revivir inmediatamente esta serie.

Del resto del elenco no digo nada, pero dan ganas de que se los lleve un tsunami bien lejos. Odio visceralmente a todos y cada uno de los personajes de este engendro animado, especialmente a Nobita. De verdad, lo aseguro, jamás debí volver a darle una oportunidad a esta bazofia, es bochornoso. Si no le pongo un uno es porque me entretuvo hasta cierto punto de pequeño, pero jamás se lo pondría a mis hijos (si tuviera).
Hanshiro Tsugumo
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