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Madagascar Madagascar · París, Texas
Voto de Hanshiro Tsugumo:
1
Ciencia ficción. Terror En el año 3000 una nave de salvamento que se encuentra en una misión interestelar rutinaria halla los restos del transportador Demeter, desaparecido 100 años antes. Emocionados ante la perspectiva de obtener una recompensa si lo remolcan, Mina, Van Helsing y el resto de la tripulación abordan la nave abandonada. Uno a uno irán desapareciendo hasta que no quede ninguna duda de que una antigua maldición ha estado latente en la nave a la ... [+]
14 de marzo de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Era un sábado por la noche, en teoría tenía planes como cualquier ser humano, pero fue una de esas veces en que me llamaron para cancelarlo todo a última hora. Así las cosas, me dispongo a ver una película de mi lista de truños pendientes, en busca del mojón más pestilente que tuviera aún por ver, tal vez por silenciosa venganza contra la humanidad, me disponía a ver una de sus más crueles abominaciones.

Y no es para menos. Cualquiera que tenga “Drácula 3000” en formato físico habrá observado un curioso fenómeno, al abrir la caja y dejar a la intemperie el disco, éste atrae a una cantidad decente de moscas que se posan encima. Este presagio sirve de pequeño anticipo para lo que nos espera.

El argumento (palabra empleada en este caso con total optimismo más que con sentido común), no es muy diferente de otros muchos como “Horizonte final” o “Barco fantasma”, o tropecientas películas más. Un grupo de “remolcadores espaciales” encuentra una nave a la deriva y entran en ella, quedando atrapados y a merced de… Sí, de Drácula. Con un par. El chupóptero conde ha estado 50 años a la deriva en la nave, así que ha tenido tiempo de empollarse el manual de instrucciones de la nave para así poder desacoplar la nave de los visitantes y así dejarlos atrapados y sin escapatoria. Con un par.

El legendario Casper Van Dien hace de descendiente de Van Helsing, mira que es casualidad, de todo el universo y va Drácula y se topa con el descendiente de Van Helsing y viceversa. Con un par. Erika Eleniak es lo más digno de ver en toda la película, aunque su cuerpazo permanece oculto todo el tiempo, y lo suple con su talento interpretativo… Bueno, en realidad su talento interpretativo nunca llegó a florecer. Udo Kier se pasa toda la película hablando en grabaciones sin destinatario, porque aunque el espectador lo ve, la alocada tripulación ni sabe de su existencia, y el capitán no lo escucha ni tres segundos seguidos. Con un par. Luego está Drácula, paseándose por el espacio en el año 3000 con vestimenta victoriana. Con un par. Sale Coolio. Con un par. Y el final es antológico, queda para siempre en la retina y en la corteza cerebral para volver en forma de pesadilla, o casi mejor, como porno-pesadilla.

Atreveos a ver “Drácula 3000”, si tenéis un par.
Hanshiro Tsugumo
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