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Voto de Zúmer:
9
16 de marzo de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Impresionante fresco sobre las entrañas de los actuales Estados Unidos. El mito de la CIA y de la Guerra Fría lucen en todo su pavor y complejidad en esta la segunda película del señor Robert de Niro. El Buen pastor es vasta y aterradora y resulta una turbadora instantánea de los demonios de la Inteligencia y la Política de Estado. No sólo eso: desangra sin pestañear el drama humano que subyace bajo el tablero de ajedrez.
La colección de actores es apabullante, toda una reunión de actuaciones atinadas que arropan al protagonista (perfecto Matt Damon, la mirada gélida y turbia tras las gafas) en su fáustico viaje a ninguna parte. El guión de Roth es extenso y calculado y acierta con casi todo lo que construye y propone, y la realización es clasicista pero inquietante. En cuanto al montaje y a la duración total, no estoy de acuerdo con quienes califican a El buen pastor como una película larga y aburrida. La película resiste con honores un segundo visionado (pese a saber lo importante del final) y resulta un conjunto ajustadísimo de ritmo, estructura e interés.
Creo que lo que la separa de la excelencia total es una cierta y ocasional autocomplacencia. El mito de lo que cuenta pesa y mucho y eso a veces lastra el resultado. Creo que falta una pizca de talento y un poco de distancia con la historia para que la película acabe de ser redonda. Pero esto no cambia lo esencial. El buen pastor es un thriller de intriga y espionaje tan veraz y tan denso como lo son las capas que componen la política internacional, que da perfecta cuenta de la capacidad de corrosión y prodredumbre de las estructuras de poder. De entre las muchísimas películas sobre la Guerra Fría, El buen pastor es sin duda una de las mejores, así como una de las más olvidadas.
La colección de actores es apabullante, toda una reunión de actuaciones atinadas que arropan al protagonista (perfecto Matt Damon, la mirada gélida y turbia tras las gafas) en su fáustico viaje a ninguna parte. El guión de Roth es extenso y calculado y acierta con casi todo lo que construye y propone, y la realización es clasicista pero inquietante. En cuanto al montaje y a la duración total, no estoy de acuerdo con quienes califican a El buen pastor como una película larga y aburrida. La película resiste con honores un segundo visionado (pese a saber lo importante del final) y resulta un conjunto ajustadísimo de ritmo, estructura e interés.
Creo que lo que la separa de la excelencia total es una cierta y ocasional autocomplacencia. El mito de lo que cuenta pesa y mucho y eso a veces lastra el resultado. Creo que falta una pizca de talento y un poco de distancia con la historia para que la película acabe de ser redonda. Pero esto no cambia lo esencial. El buen pastor es un thriller de intriga y espionaje tan veraz y tan denso como lo son las capas que componen la política internacional, que da perfecta cuenta de la capacidad de corrosión y prodredumbre de las estructuras de poder. De entre las muchísimas películas sobre la Guerra Fría, El buen pastor es sin duda una de las mejores, así como una de las más olvidadas.