Creerme si os digo que no tengo nada contra este director en particular (he disfrutado como todos con muchas de sus producciones, que no direcciones,... ), pero es que se le debe exigir mucho más que esto a alguien que cuenta con todos los medios y dinero posibles.
La terminal, aunque basada en hechos reales, resulta inverosímil desde el principio.
Entretiene la primera parte del film, pero cae en picado en la segunda.Ni siquiera Tom Hanks (en uno de sus papeles más discretos), salva la cinta...
Apta solo para Spielbergianos y yo, por supuesto, no lo soy.