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España España · Aquí al lado
Voto de Cornapecha:
4
Ciencia ficción. Aventuras. Acción Gracias a una tecnología revolucionaria que permite el acceso a los recuerdos genéticos, Callum Lynch (Michael Fassbender) revive las aventuras de Aguilar, un antepasado suyo que vivió en la España del siglo XV. Así descubre que es descendiente de una misteriosa organización secreta, los Assassins, y que posee las habilidades y los conocimientos necesarios para enfrentarse a la poderosa y temible organización de los Templarios en la ... [+]
22 de febrero de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las necesidades básicas del ser humano es la orientación. Saber dónde estás, de dónde vienes y hacia dónde vas es un requisito indispensable para mantener una cierta salud mental. Y esa necesidad se aplica a la crítica amateur de cine. Sinceramente, no sé que opinaría de este tipo de películas si fuese un jugador habitual de videojuegos. Porque al no serlo, lo que me pasa con Assassin's Creed es lo mismo que me ocurrió con Warhammer: Que me quedo más perdido que un pulpo en un garaje.

No acabo de entender lo que se me quiere contar e intuyo que me pierdo referencias imprescindibles para integrarme en el relato. Porque la alternativa es pensar que esto es simplemente un lío absurdo, a ratos delirante y con unas ínfulas pseudo-culturetas un poco cargantes.

Y probablemente no sea cierto, pero a mi, sin referencias anteriores, es lo que me resulta esta extraña historia de un señor al que le ponen un enchufe en la nuca y recuerda lo que hizo un ancestro suyo hace quinientos años, nada menos.

Todo ello aderezado con una visión de la Sevilla de 1492 que es un descojone total. Con ese aire entre Juego de Tronos y Apocalipto, con Isabel La Católica que lleva ¿un antifaz? bajo el velo. Y un Javier Gutierrez/Torquemada con esa nariz de goma que parece Fofito y que busca constantemente a Aguila Roja entre el público. Público que, por cierto, lleva cuernos y máscaras de Carnaval de Laza...

Y una historia rarísima, con unos asesinos encerrados en Madrid con unos guardas que no usan armas de fuego y no sé que rollos de una manzana que guarda el ADN de la violencia, la desobediencia y el libre albedrío. Todo así, a lo bruto, metido en una manzana de hojalata.

No quiero ser cruel. Probablemente me falten datos. Y ojalá sea eso, porque la alternativa sería muy dura para la película.

P.D. Da grima ver a gente como Jeremy Irons, Charlotte Rampling o Brendan Gleeson metidos en estos berenjenales. Incluso Fassbender o Cotillard, más jóvenes y con menos galones, se merecen vehículos más lucidos...

P.D.2 El acento del castellano de los personajes "españoles" si que es para asesinarlos...
Cornapecha
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