Se marchan los padres de Macaulay Culkin de vacaciones. Por tercera vez dejan a su hijo solo en casa, aunque en esta ocasión es por voluntad propia ya que el chaval está hecho todo un mozalbete. Aún siendo las doce del mediodía, Macaulay Culin no duda en liarse un buen porro, coger una cerveza de la nevera e ir al salón a ver porno danés.

Al cabo de tres minutos, Macaulay Culkin se limpia las manos, coge su segunda cerveza y llama a su buen amigo Joe Pesci. Le dice que traiga una botella de Red Label, papel de liar, y una película cundiente, porque esta semana aún no salió el último capítulo de LOST.

Tercera cerveza y una partida al Super Mario 64 en la Playstation 2.

Poco después llega Joe Pesci. Se quita los zapatos y se acomoda en el sofá al lado del pequeño Culkin, que ya va por su cuarta cerveza. Huele a marihuana y a crema de manos. y el ambiente se nota cargado a pesar de estar las ventanas abiertas de par en par. Joe Pesci, al ver la escena, es el primero en hablar:

-¿Qué pasa chaval? Estás así como un poco acabado, ¿no crees?
-Qué va, esto no es nada si lo comparamos contigo haciendo el payaso en Arma Letal.
-Bueno, por lo menos yo no hago ridículas comedias, como el colega Bob.
-¿Quién es Bob?
-Robert de Niro, hombre.
-No sé de qué me hablas, y me da igual. ¿Qué película trajiste?
-Solo en Casa 3. Nunca la vi.
-Muy gracioso Joe.
-¿Por qué? Si total, no la vimos nunca.
-Venga, va, se puede cocer.

100 minutos después, Joe Pesci y Macaulay Culkin se suicidaron.
FIN