Interesante y divertida película de Disney que nos adentra en una historia que en un principio pensaba que iba a ser lo mismo de siempre, pero para mi sorpresa resultó tener su propio mérito. Un poco rara a veces, y eso me parece fascinante.

Imaginen, tenemos una chica de estilo asiática que domina artes marciales, y eso me recuerda inevitablemente a Mulán, más, sumándole el hecho de que recientemente hemos visto la live action (imposible de no pensar en ella y su aburrida trama). Tenemos dragones y la necesidad de rescatarlos, lo que sin lugar a dudas, me hace memorar a “Cómo entrenar a tu dragón” (que además tiene varias partes). Pero de alguna manera logran hacer una historia nueva que si bien no es el último tesoro escondido, realmente funciona bien, y entretiene. Al final, es lo que una peli de niños tiene que tener y pese a todo lo que se pueda argumentar, es original.

Cuando hemos visto demasiado cine, ya nada nos parece diferente, y si, podemos encontrar clichés de Disney, pero es una historia nueva y tiene méritos de su propio peso. El personaje del dragón resulta ser algo raro, curioso, tiene alguna manera diferente de abordar las temáticas, que para algunos puede resultar todo un desastre, pero para otros resulta novedoso y divertido. No se siente forzado el tema de que todos los personajes centrales sean femeninos, no se echa de menos que no tenga ninguna trama romántica, aunque de alguna manera, el sentido de afecto se extrapola al amor a los dragones y a la familia.

En fin, vale la pena. Quita el mal sabor que nos deja ver tanta live action que repite lo mismo de sus antecesoras animadas y nos muestra una historia original (más o menos) y muy disfrutable visualmente. Y me hace recobrar el deseo de seguir disfrutando de futuras producciones de Disney, si mantienen este camino y siguen escribiendo cosas nuevas.