He de decir que Gerry no me aburrió. Tal vez es porque sus planos largos me embobaron/hipnotizaron y el tiempo me pasó volando o sencillamente porque, a diferencia de otros espectadores, yo sabía lo que iba a ver. Yo sabía que Gus Van Sant es muy dado a hacer films "lentos" y estaba preparado para cualquier cosa. Puesto que soy un inculto del cine (la mayoría de películas que te puedo mencionar son cine comercial y obras que casi todo el mundo aquí conoce), esta envejecerá para mí como un perfecto referente del cine de autor que me ha gustado, algo que comentaré cuando tenga conversaciones futuras con algún cinéfilo y quiera estar a la altura. Tras ver Gerry, juzgué esos largos planos como una técnica para dotar de minimalismo al film, un minimalismo complementado por la escasez de diálogos y acorde al también minimalista paisaje en el que se mueven los personajes. Pero una lectura más detenida me hizo ver que no es simple minimalismo, no es algo artístico, es más práctico. Los planos secuencia son largos, largos, largos... hasta la extenuación. Ante ellos, el espectador puede quedar hipnotizado o aburrido, y en ambos casos el film gana: el espectador, desesperado por la lentitud de un argumento ya de por sí realmente simple, empieza a sentir lo que sienten los dos Gerrys, un cansancio abrumador, que lo deja cada vez más asqueado conforme pasan los minutos. La crítica queda entonces dividida: unos espectadores alaban un film con múltiples metáforas que en última instancia quedan bajo el juicio y visión personal del espectador. Otros espectadores, los detractores, creen que el fin no justifica los medios, y consideran pedante alabar este film debido a que el director cruza los límites de lo convencional poniendo a prueba al espectador (spoiler a continuación) con planos como el de Gerry subido a una roca. Una escena absurda, como lo es tratar de explicar por qué los dos Gerrys son tan "idiotas" como para desviarse del camino, tratar de subir montes para cansarse más rápido, no llevar agua ni comida, quedarse atrapados en una roca durante media hora, etc. Este es un film abstracto en casi todos los sentidos, y tratar de justificar por qué es una película de culto no es fácil, pero todo tiene en ella un significado, un objetivo, y al mismo tiempo todo ello se oculta bajo una hoja en blanco, bajo la apariencia de un film que no tiene nada que contar, nada que mostrar ni ofrecer, un coñazo de film en otras palabras, que yo podría haber escrito, dirigido y protagonizado perfectamente.

Tal vez sea de los pocos que se sientan así, pero yo no tengo ni idea de qué nota poner a esta película. Por una parte he estado intrigado por este film hasta el final, pero no al mismo nivel que, por ejemplo, lo estaría un filósofo. Por otro lado no le negaría la razón a alguien que considere esto un tostonazo con ansias de pretensión, pero volvemos al principio, todo ello está justificado. No le negaría la razón a alguien que compare Gerry con un cuadro de Piet Mondrian (esas pinturas en que solamente hay cuadrados y rectángulos con colores, algo que cualquier niño de 4 años podría dibujar, y sin embargo están valorados en millones de dólares). Pero el objetivo del arte no es entretener. Yo no escucho música a diario para pasar el rato, sino para meditar con ella, relajarme, disfrutar,emocionarme... Hollywood nos tiene acostumbrados al cine de entretenimiento, por ello, cada vez más, me gusta huir de ese cine superficial para aventurarme en el cine independiente. Si alguna vez me hago amigo de un hipster o algún estudiante de filosofía, le recomendaría este film, pero no creo que lo hiciera con nadie más. Enmedio de esta confusión, me doy cuenta que al final Gerry me da mucho de que hablar y reflexionar y plantea el debate mencionado anteriormente... Y todo ello, con 103 minutos en que no sucede nada. Pocas películas me han dejado tan confuso como Gerry.