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España España · Córdoba
Voto de Talía666:
5
Comedia. Drama En 1968, casi 200 costureras de la planta Ford de Dagenham, en Londres, organizaron una huelga para reivindicar la igualdad de salarios con respecto a los hombres. Lideradas por Rita (Sally Hawkins) acaban consiguiendo la aprobación de la Equal Pay Act. (FILMAFFINITY)
24 de noviembre de 2012
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nigel Cole abandona de momento sus deplorables incursiones en el cine made in USA y se vuelve a la Gran Bretaña a hacer pelis con fundamento, o al menos, con pretensiones de fundamento.

Reconozco que a mí Cole nunca me ha terminado de convencer, ni en plan british ni en plan yanki, y tampoco me convence con esta historia, aunque tiene cierto encanto similar a su opera prima "El jardín de la alegría".

La historia está basada en hechos reales, pero lo de basada debe haber sido interpretado con mucha amplitud. Por ejemplo, el personaje principal, interpretado por Sally Hawkins con grandes alabanzas por parte de la crítica, es simplemente imposible como está planteado. Una maruja de manual, con el talento justo para llevarse la cuchara a la boca, apocada, casi tartaja, de discurso simplón y de verbo poco o nada elaborado de repente se convierte en aguerrida sindicalista y en líder carismática de un grupo de trabajadoras de la Ford que reivindican la equiparación salarial entre hombres y mujeres.

Y no sólo eso, sino que la tía seduce con su personalidad arrolladora a la ministra de trabajo, vamos, que tras cinco minutos de charla informal casi se juega el puesto por ella. Y seduce por igual a la señora superpija del gerente de la Ford, otro personaje imposible, interpretado con todo el empeño del mundo por Rosamund Pike pero que parece casi tan real como la rana Gustavo. Y seduce a todo Londres, y a los sindicalistas varones, y a las mujeres del mundo y a la Gran Bretaña entera. En fin, la Cenicienta sindical. Sólo le falta la pancarta de cristal.

Lo que mola? Los modelazos sesenteros, una pasada. Y la música. Y la buena intención del pobre Nigel, que nunca llega pero que lo intenta a muerte. Y el encomiable mensaje de igualdad de salarios, que aún hoy en día anda dando tumbos por ahí porque hay quien se lo salta a torera. Y el ambientecillo que este hombre sabe crear siempre aunque luego el guión no le acompañe demasiado. Pero sobre todo mola la sonrisa tontorrona que queda después de ver la peli, como de "Qué bien, si nos movemos y somos persistentes y chillamos mucho al final lo conseguiremos". No sé, pero en estos tiempos de puteo permanente al currito y de regresión galopante de conquistas laborales hace ilu, no?
Talía666
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