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España España · Córdoba
Voto de Talía666:
3
Thriller. Drama Una madre soltera es seleccionada para formar parte del jurado en un juicio contra un conocido mafioso. Aprovechando su precaria situación, empiezan a presionarla para que persuada a los demás miembros del jurado de la inocencia del acusado. En caso contrario, matarían a su hijo. (FILMAFFINITY)
5 de septiembre de 2013
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Demi Moore interpreta al miembro de un jurado (miembro en el sentido de miembra, no de miembro eréctil) que es coaccionado para… no te lo pierdas, convencer al resto de los miembros de la inocencia del acusado, un mafioso culpable que es de manual de la culpabilidad. Una especie de “Doce hombres sin piedad”, pero con diálogos como el siguiente:

Juez: Señora, conoce usted al hombre sentado en el banquillo?

Jurado Demi Moore: No, señoría, no lo he visto en mi vida.

Juez: Quiere decir que no lo ha visto nunca ni en la prensa ni en la televisión ni ha oído hablar de él ni nada?

Demi Moore: No, señoría, no tengo tiempo de leer la prensa ni de ver la tele. Mire usted, yo soy escultora, sabe, y me paso el día haciendo esculturas y yendo de aquí para allá. Luego tengo un hijo de catorce años, adolescente, muy buen chaval pero claro, los chicos ya se sabe…ya se imaginará usted que… (dos horas después)… y por eso no tengo tiempo de leer la prensa ni de ver la tele ni conozco a este señor. Pero mi hijo sí que lo conoce porque un día vino del cole y me dijo… blablabla (dos horas después), así que usted comprenderá que…

Juez: Vale vale, señora, la creo. Pero sabe usted que si tiene dificultades para atender a su hijo puede ser relevada de ser jurado en este caso.

Demi Moore: No, por diossss, señoría. Ya buscaré con quién colocar a mi hijo. Yo quiero ser jurado, me hace muchísima ilusión.

Juez: Pues nada, no se hable más. El siguiente, uffffff.

Y HASTA AQUÍ PUEDO CONTAR, QUE ME RIÑEN LOS SEÑORES MODERADORES. Como podréis comprender después de este demencial diálogo entre el juez y la jurado, el espectador casi espera, incluso desea, que a Demi Moore le pasen todo tipo de calamidades. Por petarda, por pesada, por plasta, por gilipollas, por una cuestión de mera justicia divina. Y porque en todo momento tiene la misma expresión idiotizada y lloriqueante que en “Ghost”, y eso merece una pena dolorosa y ejemplar.

Lo mejor es Alec Baldwin, que es un malo que mola. Mola porque es guapo, sí, pero también porque frente a la incapacidad de Moore de hacer mínimamente creíble su infame papel, él le echa al suyo arrojo, verosimilitud y hasta un puntito morboso que oye, entre tanta insulsez, se agradece.

Brian Gibson es un director de trayectoria bastante mediocre por lo que tampoco puede extrañar demasiado que haya rodado esta mamarrachada. Pero vamos, si los diálogos son por el estilo del que he reproducido aquí ya si os cuento la traca final en un pueblucho guatemalteco os da un telele. Mejor lo veis vosotros mismos y flipáis en vivo y en directo.
Talía666
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