Cualquiera que conozca o trabaje con personas de estas características sabe que tienen una sexualidad muy viva. Vamos, que la supuesta "sorpresa" que se pegan los profesores cuando se produce la escapada de los dos bailarines down resulta patética. En este entorno hubiera sido casi imposible que los monitores no se hubieran percatado de la fuerte atracción entre los chicos, que por otra parte era bastante evidente, y que lo hubieran comentado con los padres, para prevenirles y orientarles. En fin, todo como muy forzado y tramposo.

Por otra parte el final me parece de puta pena. Es evidente que la tía le hace "el favor" al muchacho por lástima, aunque toda la escena está rodeada de un halo de "beatitud", de miradas supuestamente llenas de sentimiento, y de un bochornoso intento de esquivar esa sensación de lástima, que la hacen aún más patética. De hecho, él se lo pregunta: "haces esto por pena?", y ella lo niega: "no, es que yo también te quiero". Claro que sí, y por eso le deja muy claro que no se volverá a repetir y que sólo será esa vez. Y el chaval encantado, por supuesto. Me parece una forma muy poco honesta de resolver la trama. No veo por qué razón, si de verdad quieres hacer una película sincera, intentas eludir lo que en realidad hay tras ese gesto, que no es otra cosa que una mezcla de cariño y compasión, y el sexo como favor, en plan "como eres mi amigo y te quiero, voy a hacer que conozcas el sexo conmigo, pero una y no más santo Tomás". En fin, un final muy muy decepcionante, que echa por tierra todas las pretensiones de abordar el tema sin tapujos