Una versión española de la saga americana de Rápido y furioso. Donde por encima de delincuentes de guante casi blanco y carreras absurdas de coches de lujo, hay una historia de amor como pocas se han visto en el cine.
González y Ugarte, con mucha química todo hay que decirlo, lo dejan todo por amor, les cambia por completo su visión de la vida en cuanto se conocen.
El galán es un poco tonto y ella un poco casquivana, pero el amor triunfa, de manera desconcertante, porque hubiera tenido algo mas de calidad la película, si alguno de los enamorados pagara por sus pecados, pero no, son guapos y se quieren, todo esta justificado.
La visión de la ciudad de Madrid de noche, no esta mal y Adriana Ugarte también esta muy bien.
Las escenas de coches son muy regulares, al igual que las peleas, las escenas de sexo, la trama y la profundidad de los personajes.
Pero bueno, esta destinada a un publico joven, amante del tuning y seguidores de Alex González. No esperaba ver una gran película y no me he equivocado.