Superproducción de un clásico de la literatura del pasado siglo. Un reparto de lujo para, una ambientación impecable y lo último en efectos especiales.

Me jode ser tan mayor y conocer ya la historia que tiene que resolver mi compatriota detective. Me llamó mucho la atención de los anuncios cuando los vi el año pasado, pensé que sería una adaptación moderna, con el mismo nombre pero con otra trama diferente. Pero no, es una adaptación fiel al libro original, que no arriesga nada en absoluto.
Una apuesta segura, un guión de éxito probado con un reparto de actores que es difícil de juntar en una misma película.
Los efectos especiales del tren y las montañas son espectaculares, los juegos de cámara dentro y fuera del tren aportan misterio al juego que plantea la resolución de un asesinato.

kenneth Branagh se reserva el papel protagonista de una película hecha para él. Como casi todas sus producciones.
Johnny Depp rejuvenecido haciendo un corto papel de hombre de negocios, algo que ya de primeras está mal visto. No me acuerdo de cómo se definió el mismo.
MIchelle Pfeiffer es una de mis actrices preferidas y destaca entre tanta estrella consagrada, para mí siempre será una de las actrices más bellas del cine, con un carisma especial desde que interpretó a Madame de Tourvel.
Willem Dafoe hace un corto papel, apenas se le reconoce al principio, pero es un secundario de lujo.
Penélope Cruz triunfando y compartiendo cartel con los mejores actores del momento.
Daisy Ridley, una joven actriz destinada a triunfar. Una guerrera Jedi con mucho futuro.
Mi preferida es Judi Dench, el papel de Princesa Dragomiroff lo borda. Me gustó especialmente la escena en la que no se dirige directamente al camarero sino que lo hace a través de su criada.

No me acuerdo bien, pero supongo que esta nueva versión se parece mucho a la película de 1974, con un elenco de estrellas también importante. Una historia clásica del libro que hizo al Orient Express el tren más famoso de la historia del ferrocarril. En el Expreso de Oriente ya nunca podré viajar, pero algún día viajaré en el Transiberiano y sí tengo muchísimo dinero llenaré un vagón de naranjas o de flores, como hacía el duque de Osuna.