Entretenido thriller disfrazado de comedia negra con tintes surrealistas (o a la inversa, según como se mire).
Vehículo ideado para el lucimiento de Pierce Brosnan (también productor), a él corresponden los momentos más delirantes de la cinta.
En los últimos años, ansiando sacudirse el estigma de James Bond, el actor irlandés ha rodado varias películas en las que ha ido puliendo un personaje que en "The Matador" alcanza su madurez. Ese tipo cínico, duro, solitario, ligón, irónico, crápula y vividor, pero de buen corazón, le va como añillo al dedo (o como diría su personaje: "como polla al culo", con perdón).
Acompañándole encontramos a Greg Kinnear y Hope Davis, dos buenos actores desaprovechados en personajes insustanciales. El primero, a pesar de sus esfuerzos, roza lo caricaturesco; mientras que el de ella se limita a ser mero espectador del espectáculo.
Tras un arranque prometedor, es una lástima que la película vaya perdiendo fuelle hasta llegar casi sin aliento a un forzado, previsible y flojo final.
Como diría un crítico taurino: "El Matador falla en la estocada".
MI PUNTUACIÓN: 6
A DESTACAR: La escena de la piscina en el hotel de México.