Película que está pasando sin pena ni gloria porque a las grandes multinacionales, en este caso la gran Monsanto, no le interesa que se le haga publicidad.

Basada en hechos reales cuenta la historia de Percy Schmeiser, un agricultor canadiense al que Monsanto denunció por haberse apropiado de sus semillas transgénicas sin haberlas comprado. Lo bueno de ver esta película es para comprobar como funciona la maquinaria tipo mafiosa de estas compañías y como intentan hundir en la miseria a cualquier competencia (muy significativa la escena del juicio donde Percy es representado por un abogado de pueblo contra todo un bufete de expertos abogados). Tal vez por eso se le pone la etiqueta de “Percy contra Goliat”.

Los actores y actrices en conjunto me ha gustado. Walken está correcto y refleja esos momentos de cansancio de su personaje.

Aunque es cierto que la película pasa muy rápido y hace un resumen bastante general de lo que pasó, sirve para tener información de estos hechos que acabaron afectando a muchos agricultores de otros países. La lucha que inició este pequeño granjero marcó un antes y un después y vale la pena valorarlo. Se nos olvida que los agricultores tienen derechos que continuamente son pisoteados por las corporaciones (y los políticos). Y aquí lo importante es dar a conocer la historia de Percy.

El mensaje de la película es claro y tampoco hace falta que te lo den masticado: No a Monsanto, no a los pesticidas (ojo con el glifosato) y no a los alimentos modificados genéticamente.

Recomendable para informarte del tema.