Paul W.S. Anderson lo ha conseguido: "Resident Evil Ultratumba" ya es la película más taquillera de esta divertidísima, por chorras, saga cinematográfica que reinterpreta muy libremente la trama de los videojuegos de Capcom. Ha pasado el tiempo y sigo creyendo que la primera "Resident Evil" es un fantástico divertimento de serie B que recupera el gran espíritu del mejor cine de zombies. Sus secuelas, "Apocalipsis" y "Extinción" son inferiores, pero estimables. Uno de esos guilty pleasures que uno se permite el lujo de tener, como me ocurre con la serie "Destino Final".

Lo curioso es que "Ultratumba" al final es la película que mejor ha capturado la evolución de la saga en la que se basa. Cualquiera que haya jugado a (al menos) los cuatro primeros "Resident Evil" podrá recordar que el cuarto capítulo, protagonizado por Leon S. Kennedy en la España profunda, en concreto en una villa habitada por gente con acento sudamericano que usaba pesetas como moneda de cambio (surrealista), dejaba de lado el componente principal de los tres previos (los zombis) para centrarse en otros aspectos, uno de ellos, la acción, relegando así el componente de survival horror. "Ultratumba" sólo se acuerda de los zombies en dos escenas y no son más que una excusa para salpicarnos con su sangre en tres dimensiones. Anderson ha tenido el rigor, la valentía, de hacer evolucionar la saga en paralelo a la de los videojuegos, con resultados dispares pero estimables.

Porque el error de base es tratar "Resident Evil Ultratumba" exclusivamente como una película. De esta forma, obviando de dónde procede, se trata de un film lamentable. No deja de ser un cóctel de escenas de acción mil veces vistas, y mejor, o un escaparate para lucir a la Jovovich (¿alguien tiene alguna queja?). Pero si se ve la película como lo que es, una extensión de secuencias de un videojuego, más o menos funciona. El prólogo con los clones de Alice sería un nivel cojonudo en un juego (que no en un "Residet Evil" tradicional, pero ya la quinta entrega no lo era), y cada situación está planteada a modo de fase/nivel. Cinematográficamente es bastante mediocre (aunque tiene escenas buenas, guste o no, y su 3D no es mucho peor que el de la ultrapublicitada "Avatar"); ahora, como colección de momentos alucinantes, sin sentido, pero estimulantes y divertidos, vale su peso en oro. No voy a hablar de personajes porque no hay, sólo clichés.

Resumiendo: no es la película de "Resident Evil" que yo habría hecho, sino una de acción con guiños, referencias y un enfoque valiente, pero estéril. Quien no sepa un poco de qué va esto la va a odiar, y tampoco sé si los hardcore fans la defenderán. "Resident Evil" como saga de videojuegos lleva varios años de capa caída y la película no es más que un espejo de lo que fue y ya nunca será la creación de Capcom. Si la quinta peli es igual de entretenida, yo me apunto. En el fondo, W.S. Anderson no engaña a nadie.