¿Cómo se afronta una película como Righterous Kill? Tiene a Robert De Niro, tiene a Al Pacino e incluso tiene a Carla Gugino. Esta quizá sobra en la ecuación puesto que más que una buena actriz es la tía buena tópica que sale en todas las películas y que va a ser desnudada en algún momento por uno de los protagonistas del film. Pero los dos primeros son casi los mejores actores de su generación y han participado en auténticas joyas por separado, e incluso juntos. El Padrino II, Heat, El precio del poder, Toro Salvaje, Casino, Uno de los nuestros, El dilema o Taxi Driver son algunos ejemplos rápidos de lo que ha dejado la carrera de estos dos monstruos.

Ahora, se juntan en una película y no sólo dejan muestras de que están acabados sino que encima se dedican a hacerse felaciones mutuas, con un guión de esos que podrían considerarse "fandom". Vamos, que es un intento de dar a los fans de los actores lo que esperan, que sean coleguitas, que ambos confíen el uno en el otro hasta la muerte, que compartan aficiones, bla bla bla. Pues yo no quería ver esto, no quería ver una muestra de onanismo, sino un thriller no ya inteligente, sino al menos entretenido y funcional.

Asesinato Justo sin embargo es un bodrio absoluto. Desde la primera escena hasta la última, todos los personajes están orquestados para que la media docena de giros argumentales que tiene la película se justifiquen de alguna manera. El malo primero es uno, luego otro, y acaba siendo el que "menos" se espera. Entre comillas por que las sorpresas se ven a kilómetros e indignan desde que se da la primera pista. Para putear aún más, el señor Jon Avnet mete flashbacks rollo "te-lo-repito-por-si-no-te-enteraste", lo que puso de moda Saw, sólo que ahí se hacía bien y con sentido.

Total, que una de las películas que podrían haber sido clave de este año, acaba siendo una bazofia infumable con un atractivo que no va más allá del poster o, como mucho, el tráiler. Mala, mala.