En Escape Room de Adam Robitel, nos cuenta como seis personas diferentes entre sí reciben un extraño cubo que al abrirlo son invitados a participar en una sala de escape, un juego físico y mental donde estando encerrados en un cuarto deberán ir solucionando puzzles de todo tipo. Esta película fue tan exitosa, que muchos han hecho su agosto con negocios basados en estas salas de escapismo, como si de un parque de atracciones se tratara. Su temática es del estilo de filmes como Saw, Cube, 13 Fantasmas,.... Los protagonistas del film las pasarán canutas intentando resolver todos los acertijos que se les presentarán, porque no se trata de un juego corriente, pues se pondrán en riesgo sus vidas en más de una ocasión. Cada cierto tiempo aparece una película con la misma estructura visual y argumental, que quienes de verdad las flipan, son las generaciones más jóvenes y menos curtidas en el aspecto cinematográfico. Son ellos, los jovencitos, los que llenan de palomitas los cines, los verdaderos devoradores de estas copias, que piden con profusión de más y más pelis de este género calcado hasta la saciedad. Eso si, Robitel dirige con maestría y mano firme, la película que le ha dado reconocimiento y fama entre los adolescentes y otros más creciditos entre los que me cuento, porque la peli logra entretener y no tiene desperdicio.