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Voto de Havezethario:
2
7,2
37.918
Drama. Intriga
En 1913, en vísperas de la Gran Guerra (1914-1918), extraños acontecimientos, que poco a poco toman carácter de castigo ritual, se dan cita en un pequeño pueblo protestante del norte de Alemania. Los niños y adolescentes del coro del colegio y de la iglesia dirigido por el maestro, sus familias, el barón, el encargado, el médico, la comadrona, y los granjeros conforman una historia que reflexiona sobre los orígenes del nazismo en ... [+]
13 de marzo de 2010
54 de 75 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Obra Maestra? ¿Maravilla cinematográfica? ¿Premios y galardones a punta pala?
Si es una especie de chiste, es francamente malo. Y si no lo es, es que el cine ha muerto.
Decirles que "La Cinta Blanca" es un más aburrida que un día sin sonrisas es más o menos como decirles que el origen del fascismo se halla en la condición de poder autoritario sobre las mentes sumisas y que el génesis del nazismo se halla en una educación férrea y fundamentalista, y en el rebelde resentimiento de la infancia de aquellos que posteriormente lo alzaron.
Sería una afirmación de un simplista y obvio que rozarían la imbecilidad e incluso el absurdo, y que no pasaría de la banal inutilidad.
Si les describo qué es "La Cinta Blanca", les diré que es básicamente un cúmulo de situaciones frustrantes. Paradigmas de una educación a mano de hierro basada en el cinismo, en aplastar las mentes infantiles mediante la culpa, sujetando su cuello y su mirada en dirección a la sombra de la pureza... cuando ésta es algo que, aquellos que la predican, hace tiempo que perdieron y dejaron de buscar.
Vale, sí. Hitler decía que los arios eran lo mejores y los más puros, pero él no era ario.
Y sí, el fascismo consiste en el sacrificio total de la libertad en favor de una guía superior, que no tiene por qué ser más "superior" que como ella misma se presenta convenientemente ante nosotros.
Pues bien, ¿saben qué?
La reflexión que ofrece Michael Haneke en esta película es tan insultantemente simple como las frases que yo mismo he escrito arriba. Así de simple, así de pasiva, y con un contexto histórico de risa: ¿de verdad que "ese" es el origen del nazismo? ¿De verdad que el fascismo no existía ya antes? Para un niño de 10 años que se aburra en las clases de Historia, vale... Qué digo yo, ni eso. No vale un duro.
(La crítica continúa en spoilers por falta de caracteres.)
Si es una especie de chiste, es francamente malo. Y si no lo es, es que el cine ha muerto.
Decirles que "La Cinta Blanca" es un más aburrida que un día sin sonrisas es más o menos como decirles que el origen del fascismo se halla en la condición de poder autoritario sobre las mentes sumisas y que el génesis del nazismo se halla en una educación férrea y fundamentalista, y en el rebelde resentimiento de la infancia de aquellos que posteriormente lo alzaron.
Sería una afirmación de un simplista y obvio que rozarían la imbecilidad e incluso el absurdo, y que no pasaría de la banal inutilidad.
Si les describo qué es "La Cinta Blanca", les diré que es básicamente un cúmulo de situaciones frustrantes. Paradigmas de una educación a mano de hierro basada en el cinismo, en aplastar las mentes infantiles mediante la culpa, sujetando su cuello y su mirada en dirección a la sombra de la pureza... cuando ésta es algo que, aquellos que la predican, hace tiempo que perdieron y dejaron de buscar.
Vale, sí. Hitler decía que los arios eran lo mejores y los más puros, pero él no era ario.
Y sí, el fascismo consiste en el sacrificio total de la libertad en favor de una guía superior, que no tiene por qué ser más "superior" que como ella misma se presenta convenientemente ante nosotros.
Pues bien, ¿saben qué?
La reflexión que ofrece Michael Haneke en esta película es tan insultantemente simple como las frases que yo mismo he escrito arriba. Así de simple, así de pasiva, y con un contexto histórico de risa: ¿de verdad que "ese" es el origen del nazismo? ¿De verdad que el fascismo no existía ya antes? Para un niño de 10 años que se aburra en las clases de Historia, vale... Qué digo yo, ni eso. No vale un duro.
(La crítica continúa en spoilers por falta de caracteres.)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
¡Simplemente eso! Un cúmulo de tristes y frustrantes situaciones cotidianas de autoridad, apatía y engaño como se han dado en mil pueblos de mil países en la Historia de la Humanidad, pero en Austria, en 1913, esos casualmente van a dar lugar al fascismo y al nazismo. ¿Por qué precisamente allí y entonces? No lo encontrarán en esta película.
Porque esta película no explora eso, sólo explora la gilipollez humana como ya se ha explorado mil y una veces en el peor cine de los artistas más frustrados y esnobs de las peores escuelas de resentimiento. Es decir: ¿una película sobre ratas? Olvídense del ingenio, la imaginación, el entretenimiento, el trabajo o el mensaje. No piensen en "Ratatouille", ni en "NIHM", ni en "Fievel ni el Nuevo Mundo". "La Cinta Blanca" son dos horas y pico de una cámara sobre una jaula de ratas.
Y claro, algo tan simple (e imbécil) está abierto a mil y una interpretaciones. Unos jugarán a ver quién es más listo y extrae más posibles ideas. Gracias a esta "libertad de interpretación", todos los académicos pueden sonreír imaginando que han visto una obra maestra y así competir a ver quién la premia más.
Otros tendrán miedo de sentirse tontos por no extraer nada, sin importar si es porque no pueden o no quieren.
Aaaaah, y cómo no, el autor se servirá de "homenajear" las raíces del cine para hacer que los círculos académicos se sientan señalados: blanco y negro (¿para qué? ¿para representar la "pureza", o para disfrazarla de reliquia clásica?), ausente banda sonora (con una repelente y soporífera voz narradora baste, todo sea por "poner a prueba" al espectador), y cómo no, el mismo inicio de siempre: pantalla negra y títulos que aparecen en blanco, y empieza la película. Que sí, que sí, que estamos ante una película muy especial, una película única, nadie se esfuece más...
¿Como los cuadros de arte vanguardista de un lienzo entero de rojo con un único punto negro en medio? Preguntas al artista, o al guía del museo: ¿qué es, significa, o representa? Y, con una sonrisa de orgullo, él te dirá: "La soledad". ¡¡¡JA!!! O si no, te dirá una única de mil y un cosas que tú mismo ya has deducido. (Un saludo a Leon12 y a su acertada crítica a "Surcadores del cielo", aunque no comparta su opinión sobre dicha película)
"El arte debería ofrecer preguntas y no respuestas", dice Haneke. Pues yo os digo que esta película no ofrece ni una cosa ni otra, sólo una limpia y pura cinta blanca con la que aliviar diarreas.
Porque esta película no explora eso, sólo explora la gilipollez humana como ya se ha explorado mil y una veces en el peor cine de los artistas más frustrados y esnobs de las peores escuelas de resentimiento. Es decir: ¿una película sobre ratas? Olvídense del ingenio, la imaginación, el entretenimiento, el trabajo o el mensaje. No piensen en "Ratatouille", ni en "NIHM", ni en "Fievel ni el Nuevo Mundo". "La Cinta Blanca" son dos horas y pico de una cámara sobre una jaula de ratas.
Y claro, algo tan simple (e imbécil) está abierto a mil y una interpretaciones. Unos jugarán a ver quién es más listo y extrae más posibles ideas. Gracias a esta "libertad de interpretación", todos los académicos pueden sonreír imaginando que han visto una obra maestra y así competir a ver quién la premia más.
Otros tendrán miedo de sentirse tontos por no extraer nada, sin importar si es porque no pueden o no quieren.
Aaaaah, y cómo no, el autor se servirá de "homenajear" las raíces del cine para hacer que los círculos académicos se sientan señalados: blanco y negro (¿para qué? ¿para representar la "pureza", o para disfrazarla de reliquia clásica?), ausente banda sonora (con una repelente y soporífera voz narradora baste, todo sea por "poner a prueba" al espectador), y cómo no, el mismo inicio de siempre: pantalla negra y títulos que aparecen en blanco, y empieza la película. Que sí, que sí, que estamos ante una película muy especial, una película única, nadie se esfuece más...
¿Como los cuadros de arte vanguardista de un lienzo entero de rojo con un único punto negro en medio? Preguntas al artista, o al guía del museo: ¿qué es, significa, o representa? Y, con una sonrisa de orgullo, él te dirá: "La soledad". ¡¡¡JA!!! O si no, te dirá una única de mil y un cosas que tú mismo ya has deducido. (Un saludo a Leon12 y a su acertada crítica a "Surcadores del cielo", aunque no comparta su opinión sobre dicha película)
"El arte debería ofrecer preguntas y no respuestas", dice Haneke. Pues yo os digo que esta película no ofrece ni una cosa ni otra, sólo una limpia y pura cinta blanca con la que aliviar diarreas.