¿Qué por qué está hecha en blanco y negro? Tal vez porque es una historia negra, oscura, si acaso gris, pero, desde luego, sin color. Blanca es la cinta, pero por poco tiempo. El blanco simboliza la pureza y la inocencia, pero ¿cuánto puede durar sin mancharse, sin tiznarse y sin ensuciarse al contacto de unas manos sucias y un alma más negra todavía? Muy poco o nada. El odio, la violencia, la crueldad, el fanatismo, la intolerancia y la ignorancia son peligrosas por sí mismas y porque son contagiosas. El que ha sido humillado, humilla; el que ha sido maltratado, maltrata; el que siembra rencor recoge odio y la víctima puede convertirse en verdugo en una espiral sin fin de horror, de venganza y de locura. No hay enemigo pequeño cuando ha sido humillado con crueldad. Ni miedo ni temor que resistan un maltrato ciego y continuo. El abuso de poder o el mal uso de la autoridad es un arma cargada que apunta a todas direcciones y que acaba haciendo daño siempre a todos. Y ejercerla brutalmente sobre los seres más indefensos, es decir, sobre los que habría que cuidar y proteger es un delito contra ellos, contra toda la sociedad y contra la humanidad entera.

La ética, la justicia, la libertad, la tolerancia y el respeto también se siembran y se cosechan. Y merece la pena hacerlo, antes de que todas las cintas se vuelvan rojas... Fin del mitín.