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España España · Madrid
Voto de paki:
9
Ciencia ficción. Fantástico Scott Carey (Grant Williams) navega con su mujer en una lancha motora y, mientras ella va a buscar una cerveza, se ve envuelto en una extraña nube. Unos meses después, empieza a notar extraños cambios en su cuerpo: poco a poco va perdiendo peso y altura hasta hacerse casi invisible. A partir de entonces, su vida será una pesadilla, una lucha constante por la supervivencia, en la que lo cotidiano (un gato, una araña) representa para él ... [+]
30 de diciembre de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que es la edad que debía tener cuando la ví por primera vez, me pareció increíble, más que menguante. Y buenísima. A ver, hablo de un tiempo en que lo de internet hubiera podido ser otro argumento fantástico de película. Hablo de un tiempo en que el uso de la imaginación era tan común como ahora lo sería el de un móvil o un videojuego. Era lo que había porque no había nada más. Bueno, no es que, cuando yo tenía quince años, fuéramos pobres, todo lo contrario, tener, lo que se dice tener, teníamos de todo: libros, música, cómics, tebeos, televisión y películas. Y muy bueno, casi todo. Lo que pasa es que, quizás, cuando yo tenía quince años, había escritores, guionistas y dibujantes que te dejaban muchísimo espacio para tu imaginación y la fantasía. Tenían una buena idea, la estudiaban, la estrujaban, la amaban y te la presentaban para que tu la completaras, a veces totalmente entregado, admirado o emocionado, desde la butaca del cine o el sofá de casa. Esta es una de esas películas. Una de esas ficciones y aventuras que a uno le gusta imaginar, ver o leer. Recuerdo ahora mismo, como si volviera a tener quince años, "El hombre con rayos X en los ojos", "La mosca", historias del hombre invisible, las aventuras de "la conquista del espacio" por televisión, con aquellos hombres y mujeres, a los que imitábamos con nuestros pijamas de colores; o mi preferida del mundo mundial, del "viaje al fondo del mar", con el capitán Lee, que era, más o menos, el hombre del que he estado más enamorada en mi vida, incluso después de los quince años...

La del hombre que menguaba es una de mis preferidas. No sabría explicarlo de una forma lógica ni convincente, porque no tengo conocimientos técnicos sobre cine. No sé nada de efectos especiales, movimientos de cámara, encuadres, ni nada de esas cosas. Simplemente casi siempre me limito a sentir más que a pensar. Y esta película la sentí, la viví y la amé. Empecé a verla pensando como sería ir haciéndote pequeñito, hasta que a todo el mundo le dieras pena, o risa. Lo difícil que sería moverme, como un liliputiense, por un mundo colosal. Donde todo, desde un carrete de hilo, hasta tu gato o, al final, un insecto, fuera un obstáculo gigantesco o un enemigo mortal. La soledad de ser diferente. El miedo, la angustia y la rabia de haber perdido todo lo que era cotidiano, fácil y sencillo: normal, en fin, para convertirse en algo monstruoso y desconocido... Uf! A lo mejor es que tenía quince años solamente y, además de granos y complejos, tenía una capacidad de asombro y de admiración más grandes que el Enterprise, pero, ahora que tengo tres veces quince años, volví a sentir lo que sentí entonces. Y me puse contenta. Ni la película ni yo hemos envejecido nada, intacta, no menguante, la imaginación y la fantasía. Increíble ¿no? Como esta película...
paki
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