La actuación de Giulietta Masina es impresionante. Tanto como el papel que representa. Se trata de una película dura, donde la sensación de abandono, de no sentirse querida por nadie, está impregnada en toda la película. El mensaje es absolutamente tremendo, muy fuerte.

Gelsomina, con esa carita de alcachofa, hará haciendo frente a todas las adversidades que se le irán presentando.

Cuando se le da a elegir entre huir con el circo y permanecer con su amo, es leal al amo, y lo espera allá en la puerta. Y luego la pobre muere de pena, sin poder volver a hablar, después de haber presenciado el asesinato de un amigo.

Pero luego Zampanó pagará todas sus fechorías, quedándose amargado por la pena, después de enterarse por casualidad que Gelsomina anduvo vagando con su trompeta triste por no tener a donde ir, ni quién la quiera, ni siquiera quien la explote.

El mensaje de la película es muy duro. Aquellos que conocen la libertad, sueñan con huir, con alcanzarla. Pero aquí se ve a una chica que jamás la conoció, ni con su tirana familia, ni con el hombre que la compró. Entonces no sabe a donde ir, porque tampoco la han enseñado a ganarse la vida. No es que se conforme, es que tiene miedo de salir de la cueva. En realidad, es una grandísima obra de un genio, que terminó sus días embriagado de fama, y ofeciéndonos auténticos bodrios de films.