Recordaba esta película de mi infancia. Mi padre gustaba de grabar películas en VHS y recuerdo que, por alguna razón, elegí “Scaramouche” para ver, a una edad bastante temprana. Se me quedó grabada la voz doblada de Stewart Granger (ahora sé que se trataba de Rafael Luis Clavo, el mismo que doblaba a Clark Gable) y la cara de Mel Ferrer. También las espadas se me quedaron grabadas y, probablemente, la compañía teatral. En principio fui receloso de volver a verla, tres décadas después, no sé si con temor a desordenar los recuerdos que permanecen empolvados en el sótano de mis recuerdos. Pero ahora he de decir que he disfrutado mucho, como no esperaba.

En primer lugar, me impresionan los caballos, en especial, ese giro que hacen antes de cruzar el puente de piedra con el palacio de fondo. Más adelante, la persecución entre los árboles, donde uno de los actores se cae, me parece prodigioso, algo que ya no se puede hacer hoy: por la protección de animales, el exceso de riesgo, los efectos especiales…

Luego, las escenas en el coche de caballos, muy cómica, pero llena de frescura y vivacidad. Momento que coincide con la segunda protagonista de la trama, y la más impactante: Eleanor Parker. Sin embargo, conocía a Janet Leigh por “Psicosis” y “Sed de Mal”. Seguiré, a partir de ahora, muy de cerca a esta pelirroja que besa tan bien. Para el recuerdo quedará esa escena de los enamorados actores dentro del carro tirándose los trastos, pero que desde fuera parece lo que no es. Simplemente genial.

Los duelos con espadas son increíblemente reales. Mel Ferrer, con su sonrisa, parece hacerlo tan natural.. La última escena de lucha en el teatro es fantástica, indescriptible, sin palabras. Sin duda, la mejor escena de la película.