Película extraña, que requiere de tiempo para comprenderla y estar muy despierto. Y resulta curioso que es una película que se entiende mejor si se vuelve a ver. De hecho, es lo que he realizado: volver a ver los primeros diez minutos para poder entender mejor lo que ocurre. Os podéis imaginar… Por tanto, no es conveniente hablar de lo que va ocurriendo, lo mejor es verla y luego leer opiniones y críticas.

Llama la atención el burdel, con desnudos integrales y un canto a la prostitución o sexo con menores… Pero, ¡ojo!, acaba la peli.

El lugar escogido, el burdel, es un compendio de espejos por los que se sigue la historia, rocambolesca y bien hilada, que hace que, al final, cuando un se eleva y la ve en perspectiva, hace que se suba la nota de la película y diga: “oh, esto es una obra maestra”.

De todas formas, lo difícil es no tener que decirle al espectador: “aguanta en tu butaca, no te vayas, porque lo mejor es al final”. No. Lo bueno es que tengas ganas de quedarte desde el principio y en eso, por desgracia, esta película puede llegar a pecar. Pero merece mucho la pena verla.