No conocía a este actor, llamado Christoph Waltz, y creo que sin él esta película no sería lo mismo. Todos los demás actores están muy bien y el desarrollo de la historia tiene el inconfundible sello Tarantino; para quiénes gustan de ese sello, bárbaro, se van a divertir, y quiénes aborrezcan a este director, seguramente lo seguirán aborreciendo. Me ha parecido además de muy buen gusto y al fin, que se hayan dignado a hablar en diferentes idiomas; si la historia de una película trasncurre en Alemania, se debería siempre hablar alemán, si fuera en Francia, en francés; cuántas veces hemos visto películas en las cuáles los rusos hablan ingles, y los franceses hablan inglés, y los portugueses hablan inglés, ¿es que todo el mundo habla inglés, hasta los campesinos, los comerciantes comunes, los chicos?.
La historia es inventada absolutamente por Tarantino, y me refiero al destino de Hitler y companía. Hubiera sido genial que en la realidad hubieran terminado de esa manera, es lo que merecían, por más que algún delirante facho lea esto y no le guste. Hay cosas que son discutibles; esto no lo es. Los nazis fueron el "terror" más grande y deleznable que haya existido jamás en la tierra. Aquí el director se divierte haciendo de la historia un trozo de plastilina, moldeándolo a su parecer. Es sin duda una apuesta arriesgada, muy arriesgada, ya que los fanáticos y puristas de fechas y acontecimientos históricos se escandalizarán probablemente con un film como este. Lo dicho, vale la pena verla, pero más aun para descubrir a un maestro como Waltz, cuya actuación descollante absorve la pantalla de principio a fin y será uno de esos personajes que quedarán marcados en la historia del mejor cine.