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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Black Floyd:
8
Drama Años 70. Relato biográfico sobre Frank Serpico, un policía íntegro de principios incorruptibles que, a diferencia de sus colegas, nunca se dejó sobornar, y precisamente por ello siempre tuvo problemas con sus compañeros de profesión y se vio expuesto a situaciones muy peligrosas. (FILMAFFINITY)
5 de diciembre de 2009
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que un policía intente hacer las cosas correctamente (porque lo único que intentó hacer Serpico fue justamente eso, lo que debía hacer) nos parece ciencia ficción y además algo plausible; nos hemos acostumbrado tristemente a aunar la palabra "policía" con "corrupción", y nos hemos olvidado que no hay que felicitarlos si son incorruptibles, es lo que deberían ser todos los hombres de justicia, y para eso les pagamos con nuestros impuestos. A tanto se ha llegado, que pensamos que un tipo que rechaza coimas, y que intenta dialogar con los delincuentes antes de golpearlos es un genio, un iluminado. Serpico fue un hombre impoluto dentro de una institución que debería ser impoluta, transparente y justa. Ese es su mérito, el haber permanecido firme en su postura, en no transar con los "arreglos", que es lo que por supuesto hacen casi todos. Estoy seguro que a lo largo de la historia habrán habido varios de estos personajes, que en forma solitaria, intentaron en vano no ensuciarse, chapoteando en el barro; y creo que la presión de la familia, de los amigos y de su propio instinto de supervivencia (los sueldos de los policías son lastimosos, teniendo en cuenta la labor de riesgo que ejercen) hace que se terminen corrompiendo y mandando todo al carajo; me imagino que piensan: después de todo siendo honesto no se gana nada, no se come ni se compra uno una casa, mientras que los que andan en negociados turbios y poco "éticos" rápidamente prosperan, se van de viaje, consiguen "cositas" gratis y demás ventajas. Creo que a cualquiera de nosotros también nos costaría mantenernos limpios en un lugar en donde lo "ilegal" es moneda corriente y en donde tienen el completo amaparo político y judicial (quiénes también están en la joda). En Argentina nos estamos acostumbrando a agradecer a los delincuentes, que cuando te roban al menos no te pegan cinco balazos y te dejan culo pa´arriba; y es acá donde uno termina agradeciendo a gente como Serpico, cuando nos tendría que resultar de lo más natural el que existan. En fin, es lo que hay...
Black Floyd
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