Admito que el temita no me llama mucho, los músicos que buscan hacer covers, tampoco entiendo muy bien los problemas de ese chavalín pretencioso que se niega a ser un cover porque se cree mejor que nadie cuando no hay ningún momento en los que muestre nada especial.

¿Monner? Las cosas como son, es un tipo que transmite.

¿El resto? Sencillamente olvidable. Los tramas acaban pareciendo más prototípicos de una novela (el encontrarse, el querer escapar), ciertos personajes (el de Yuste) están algo pasados de rosca (si bien es cierto que ella brilla con luz propia y es parte del alma del filme) y el romance entre Salas y Monner me parece que no está tremendamente depurado.

Y lo de Juan Diego, personalmente me cansa. El tipo está sobresaliente, pero le prefiero de mala baba que como un hombre risueño que riñe a su nieto.

Serán cosas de la edad, quizás de joven me hubiese movido. Vista ahora me parece poca cosa.