Soy cinéfilo y escritor de novelas, las cuales muestran una cierta influencia cinematográfica. Filmaffinitty es un punto de referencia para todo aficionado al cine, que desea saber si una película merece o no la pena, a pesar de que opiniones las hay como estrellas en el firmamento. De buena a mala, o simplemente pasable, la película que nos ocupa merece el calificativo de: PASABLE.
Tal y como suelo ver últimamente, la crítica especializada tampoco es unánime a la hora de valorar esta producción del aclamado James Cameron. Sin embargo es el público de esta generación, criado a golpe de Marvel y DC, los que más puntuación otorgan a la película, haciendo subir el cómputo final.
Si un filme es considerado bueno en función de la acción y los efectos especiales, Alita lo es sin lugar a dudas. Pero me temo, queridos incondicionales del cómic, que eso no basta para dirimir la cuestión. Nunca lo ha sido.
Desde que en 1999 salió Matrix, para bien o para mal, siempre supe que habría de influir en el cine de las generaciones venideras. Lo mismo pensé cuando llegaron a la pantalla las primeras adaptaciones de los superhéroes clásicos. Ellos han terminado por colarse en cualquier filme de aventuras o acción. Así, hoy día el poli que encarna Mel Gibson en Arma letal, resulta un carcamal en comparación con los del siglo XXI, los cuales son un cruce entre 007 y Batman, y me temo quedar corto. Solo hay que ver las grandes proezas que ya hace cualquier hijo de vecino en el celuloide.
Dejando a un lado esta cuestión, Alita es un producto cuya simiente se halla en los filmes actuales de superhéroes; no en vano se trata de un famoso manga japonés. Todos los elementos típicos se citan aquí: superpoder, traje especial, cyborgs gigantes, personajes extravagantes, protagonistas adolescentes con historia romántica de por medio, diálogos simples, efectos especiales en cantidad y mucha acción. Está claro lo que pretende el producto y a quien va destinado. Es la misma ciencia ficción tonta y descafeinada que ahora se lleva tipo Divergente y derivados, Read Player One, Valerian y los mil planetas, etc. Es como si Disney se hubiera apropiado de un género para hacerlo tan infantil como ñoño.
En definitiva, esto no es Avatar o Al filo del mañana, o ni tan siquiera Oblivion o Elysium. Esto es Marvel-Disney, aderezado con saltitos a lo Matrix. Y encima solo es una primera parte. Lo dicho, todo un monumento al aspecto más comercial e infantil de este mundillo.