Efectivamente, aunque no lo parezca, "Pickpocket" es una versión de "Crimen y Castigo" de Dostoievski, una versión libre, por supuesto, pero una versión paupérrima, señores míos bressonianos, paupérrima desde el punto de vista narrativo. Bresson siempre es Bresson, de acuerdo, siempre es fiel a sí mismo, siempre hace un cine puro, bellísimo en el aspecto visual, y profundo en lo intelectual, incluso, si se quiere, en lo religioso. Pero no todas sus películas valen lo mismo. De un film como por ejemplo "Diario de un cura rural" a este del carterista Michel, media un abismo. Es una historia simplona, tan simplona en su planteamiento, en su desarrollo, en su desenlace y en su conclusión moralista, que, si no fuera por la gran calidad de las escenas de los hurtos, la película no pasaría de un esbozo, o de un extracto de algo que pudo haber sido una buena película.
Demasiado elemental, querido Bresson.