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España España · barcelona
Voto de Kokolo:
1
Drama Eloy es un adolescente de diecinueve años que trabaja junto a sus padres. Su trabajo consiste en repartir lápidas y figuras ornamentales en las sepulturas que atiende el negocio familiar en el cementerio de la ciudad. Al morir su padre, Eloy ve acelerar el tiempo que lo llevará a madurar en un mundo hostil y ajeno. En el camino conoce a Beatriz, una joven andaluza, que mediante el aprendizaje de ciertas prácticas sexuales le permitirá ... [+]
20 de julio de 2009
20 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recuerdo "El lado oscuro del corazón", de Subiela, como una película llena de simbolismos que me cautivó desde el primer momento, con aquella trama sustentada por los potentes pilares que configuraban la poesía de Benedetti y de Oliverio Girondo. Recuerdo aquella película surrealista a la que el rostro de Dario Grandinetti dotaba de realidad, intentando junto a Nacha Guevara "salir de la niebla, vivir, verse, oírse, tocarse, sentirse, dolerse, ser" como decía Unamuno.
De la segunda parte casi no recuerdo nada. Posiblemente a Ariadna Gil hundiéndose en la niebla y arrastrando sin remedio a un Grandinetti mediocre, fatuo.
Pensé que segundas partes nunca fueron buena, y me resigné a que una vez la sabiduría popular diese en el clavo.
Debo decir que hay otro refrán que siempre se cumple: "No hay dos sin tres."
De "No mires para abajo" no recuerdo ni las tetas de la actriz, y no será porque no las enseña veces. Una burda película sobre el proceso de iniciación al sexo tántrico por parte de una "guru" de Barcelona a un púber argentino. Esta película es soporífera como el sexo tántrico, con la contención como fin, sin dar rienda suelta a una alegría: un buen dialogo, una buena fotografía, siguiendo la falsa premisa de que la contención nos dará energía; pues no, a mí me da sueño.
Leí el otro día que actores y actrices conocidos se negaron a interpretar la película por su carga sexual, no los crítico pero creo que mintieron. Esta película no tiene carga sexual, carga sexual tiene Jenna Jameson jugando con un vibrador, Micky Rourke sosteniendo con los dos brazos a Kim Basinger bajo un chorro de agua, o la mirada de Marlon Brandon en Un tranvía llamado deseo. Creo que rechazaron la película porque no hay por donde agarrarla.
Cuando Sting dijo que él hacía el amor durante 9 horas, se desencadenaron un alubión de comentarios. Al final tuvo que aclarar, para desengaño de muchas, que ese tiempo era contando desde que invitaba a su pareja a cenar, la convencia para que se acostará con él y finalmente correrse. Con esta película no acabe ni de cenar.
Kokolo
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